Rodrigo Chaves desafía al TSE
Ignora resolución y promueve símbolo partidario en plena gira presidencial
El presidente Rodrigo Chaves Robles vuelve a dejar claro que la legalidad y la institucionalidad no son un obstáculo en su ruta política. El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) advirtió formalmente que el uso del emblema del “Jaguar” por parte de autoridades de gobierno constituye beligerancia política, dado que dicho símbolo fue inscrito legalmente por el partido MOTIVA, agrupación política con nexos directos al oficialismo y a la denominada “alianza chavista”.
Sin embargo, Chaves desoyó la resolución y colocó un peluche de jaguar en el micrófono presidencial durante su gira en Guanacaste, en una clara y burlona afrenta a la institucionalidad electoral.
La resolución N.° 5037-E8-2025, emitida por el TSE el 22 de julio de 2025, respondió a una consulta del Consejo de Gobierno sobre si el uso del jaguar por parte de jerarcas del Ejecutivo podría interpretarse como beligerancia. La respuesta fue unánime y contundente: sí. El jaguar es ahora símbolo exclusivo del partido MOTIVA, y su uso por funcionarios públicos compromete el principio de neutralidad política, un pilar del sistema democrático costarricense.
Pero la irreverencia de Chaves no se limita al peluche en su gira. La realidad es aún más alarmante: el presidente estaba plenamente al tanto de que el jaguar sería el símbolo partidario, pues según diversas fuentes, asesores cercanos a Pilar Cisneros participaron directamente en la inscripción de MOTIVA. Y es que este partido forma parte de la estructura con la que Chaves pretende asegurar una bancada legislativa a su servicio en 2026.
El emblema ya pertenece legalmente al partido MOTIVA, vinculado a la alianza chavista, pero el presidente insiste en desafiar al Tribunal Supremo de Elecciones.
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Prueba de esto es un video publicado por el canal OPA, donde se evidencia que el mandatario está directamente involucrado en la conformación de las fórmulas para diputaciones del oficialismo. En la grabación, la ministra del Micitt, Paula Bogantes, y la presidenta del INAMU, Cindy Quesada, revelan que Chaves está decidiendo personalmente qué jerarcas deben renunciar para postularse a una curul, confirmando así su papel protagónico en el diseño de una “alianza chavista” que, al parecer, ya dejó atrás toda pretensión de respetar los límites legales.
En su resolución, el TSE recordó que el emblema fue debidamente inscrito por MOTIVA sin oposición formal alguna y que ahora goza de plena firmeza legal. Cualquier utilización del símbolo por parte de funcionarios públicos puede dar pie a procesos por beligerancia política, e incluso a la destitución e inhabilitación de los responsables.
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La actuación del presidente, lejos de ser un desliz, configura una estrategia política premeditada. Colocar un peluche de jaguar en el micrófono presidencial no es inocente: es un mensaje desafiante, una forma de validar a su partido satélite desde el poder y enviar una señal inequívoca de que él no está dispuesto a someterse a los entes rectores de la democracia costarricense.
Mientras el país se aproxima a un proceso electoral decisivo, la institucionalidad está en juego. La burla al TSE, la manipulación de símbolos partidarios desde el Ejecutivo y la construcción de una estructura electoral paralela con recursos del Estado configuran un patrón que no puede pasar desapercibido.
