Pilar Cisneros: Mucho ruido y apenas seis proyectos en 31 meses
La diputada estrella del chavismo acumula rechazos legislativos mientras nos cuesta millones en salarios
La jefa de fracción del oficialismo, Pilar Cisneros, parece haber adoptado un enfoque muy particular en su rol legislativo: trabajar poco, pero hablar mucho. A lo largo de 31 meses en el Congreso, la diputada que prometió “transformar la política” apenas ha presentado seis proyectos de ley, de los cuales tres fueron rechazados y solo uno ha logrado ser aprobado en segundo debate.
El costo de esta “eficiencia” legislativa para los costarricenses ha sido de 124 millones de colones en salarios —sin contar el jugoso salario de sus asesores—, lo que convierte cada uno de sus proyectos en una costosa joya de la ineficiencia.
Entre las joyas presentadas por Cisneros se encuentra una reforma al Código Penal que sigue dictaminada, una ley para combatir el robo de energía eléctrica (rechazada) y una reforma constitucional bajo el pomposo nombre “Yo Decido”, que apenas está en admisibilidad. Así de prolífica ha sido su agenda legislativa.
Pero donde sí ha mostrado un verdadero liderazgo y pasión es en la defensa a ultranza de los actos cuestionados de la administración de Rodrigo Chaves. Pilar Cisneros ha sido una fiel escudera del presidente, defendiendo la polémica «póliza de la vergüenza«, esa que busca proteger a los jerarcas del gobierno en casos de corrupción, como si de santos intocables se tratara.
Por si fuera poco, la diputada no ha titubeado en salir al paso de cualquier crítica hacia el gobierno, convirtiéndose en la vocera oficial de la negación, blindando los cuestionamientos con su característico discurso incendiario y acusando a los críticos de ser parte de “las élites del pasado”. Mientras tanto, los proyectos para resolver los problemas de los costarricenses brillan por su ausencia.
Con apenas seis proyectos en 31 meses, Cisneros demuestra que el ruido mediático es su mayor legado. Eso sí, cada vez que se trata de proteger los intereses del gobierno y minimizar escándalos, ahí sí ha sido constante y diligente.
¿Será este el «cambio» que tanto prometió? Al menos los costarricenses ya saben cuánto les ha costado su curul: 124 millones en promesas vacías y un puñado de proyectos condenados al olvido.
