Pilar Cisneros: la arquitecta del chavismo que promete un país de primer mundo

Pilar Cisneros: promesas grandilocuentes, resultados ínfimos

Con una millonaria planilla y pobre desempeño legislativo, Pilar Cisneros lidera el espejismo chavista que ahora exige 40 curules para “transformar” Costa Rica.

Pilar Cisneros, el rostro más visible del chavismo criollo, no solo fue la principal promotora de la llegada de Rodrigo Chaves al poder, sino que hoy se erige como la jefa ideológica de un movimiento que promete construir una “ciudad gobierno”, levantar una “marina en Limón” y llevar a Costa Rica al primer mundo… si les dan 40 diputados.

Lea También: ¿Orígenes humildes? El pasado influyente de Pilar Cisneros

La diputada, nacida en Perú en una familia de alto perfil político y judicial, insiste en vender la narrativa de una mujer que llegó “sin nada” al país. Pero basta escarbar un poco en su historia familiar para encontrar que su padre, el doctor Máximo Cisneros Sánchez, fue una figura influyente tanto en Perú como en la Corte Interamericana de Derechos Humanos en Costa Rica. Es decir, muy lejos del relato de “emigrante luchadora” que ahora explota políticamente.

Un historial de prensa… que hoy llama “canalla”

El pasado profesional de Pilar Cisneros está íntimamente ligado a los medios que ahora repudia. Desde Semanario Universidad y La Nación, hasta su paso como codirectora de Telenoticias, su carrera fue consolidada en la prensa nacional. Irónicamente, hoy es la misma prensa la que descalifica como enemiga del pueblo y “canalla”.

Sin embargo, su cambio de bandera no se refleja en productividad legislativa.

Millones en salario, pero poco que mostrar

Desde su llegada a la Asamblea Legislativa, Pilar Cisneros ha recibido ₡147.255.086,00 en salarios, sin contar los sueldos de sus cinco asesores. Aunque no utiliza vehículo oficial, gasolina ni teléfono con cargo al Estado, eso no salva su balance general.

Su récord: 7 proyectos de ley presentados en 37 meses, de los cuales tres fueron aprobados, y cuatro rechazados por ineficaces, innecesarios o mal planteados. Entre estos, destaca el fallido intento de mover feriados por capricho, la penalización del hurto de electricidad y una polémica reforma para legislar pensiones por referéndum.

Ni hablar de su propia confesión pública cuando admitió no haber leído el proyecto de allanamientos 24/7 que impulsaba. ¿Para qué llega entonces a las 6 de la mañana al Congreso?

Los proyectos de Pilar: más paja que impacto

Los pocos proyectos aprobados fueron impulsados en conjunto con el Poder Ejecutivo, y ni siquiera son de su autoría original. Reformas como la extradición de costarricenses o sanciones por dañar dispositivos del OIJ ya venían cocinadas desde antes. Pilar solo se montó en el tren.

Sus ideas originales, por otro lado, fueron sistemáticamente rechazadas por su inconsistencia, falta de fondo o improvisación legislativa. Un reflejo del estilo de gobierno que representa: populismo de micrófono, incapacidad técnica y arrogancia política.

¿Y ahora quieren 40 diputados?

Con ese expediente, el chavismo nos pide 40 diputados para “arreglar” Costa Rica en 4 años. Con Pilar como modelo, el país podría acabar con una Asamblea sumisa, sin contrapesos ni deliberación.

No se equivoque: la democracia costarricense se sostiene en la pluralidad, no en la concentración de poder. El país no necesita una mayoría absoluta para funcionar; necesita líderes serios, que negocien, estudien los proyectos y respeten la institucionalidad.

Con la productividad legislativa de Cisneros, la única constitución que podrían cambiar es la del ridículo.


 

Deja Tu Comentario
Comparte en Tus Redes Sociales Favoritas