Araya intentó manipular la dirigencia
Dirigentes liberacionistas desafían la influencia del exalcalde más cuestionado de Costa Rica y respaldan al precandidato Enrique Castillo.
Johnny Araya Monge, exalcalde de San José y quien figura como imputado en el escándalo de corrupción del caso Diamante, parece no estar dispuesto a soltar el control que tanto daño ha causado al Partido Liberación Nacional (PLN). En una nueva muestra de su actitud divisiva, el exalcalde intentó boicotear una actividad convocada por el precandidato liberacionista Enrique Castillo, precandidato liberacionista, quien reunió a más de 150 dirigentes del Cantón Central de San José el pasado martes 17 de diciembre.
Enrique Castillo, comprometido con devolverle al PLN su esencia socialdemócrata, organizó la reunión a la que asistieron mas de 140 dirigentes de lugares como Pavas, la Uruca, Hatillo, La Carpio, Merced, Moravia, Hatillo, Alajuelita y Guadalupe (otrora bastiones de Johnny Araya), consolidando el respaldo de las bases liberacionistas que buscan superar la crisis que Araya inició con su vergonzoso abandono de la candidatura presidencial en 2014.
Aquella renuncia no solo hundió al PLN en una debacle política, sino que también arrastró a Costa Rica a años de incertidumbre y decepción.
Según fuentes cercanas a Radio Zurqui, en audios que están en nuestro poder, Araya Monge envió mensajes a varios dirigentes liberacionistas intentando desacreditar la actividad y afirmando que no había sido “autorizada” por él. Además, pidió a la dirigencia que se abstuviera de tomar decisiones hasta enero, cuando él y su equipo definirían en «que trinchera daría la lucha«
Sin embargo, los liberacionistas demostraron estar cansados de las prácticas caciquiles de Araya y asistieron al evento de Castillo, reafirmando su lealtad al PLN y su deseo de renovar el partido desde sus bases. “Es hora de volver a nuestras raíces liberacionistas y que nos devuelvan el poder a las bases del partido en los barrios. Nuestra lealtad es con el partido, no con los cacicazgos negativos que han decepcionado a las y los liberacionistas. Por eso apoyamos a don Enrique para reconstruir el partido que merece Costa Rica”, declararon los asistentes.
La actitud de Araya no sorprende: su historial incluye más cuestionamientos que logros. Sin embargo, los liberacionistas parecen decididos a ignorar sus maniobras y apoyar una alternativa que realmente represente los valores del partido. Enrique Castillo emerge como un líder comprometido, firme y honesto, cualidades que el PLN necesita para recuperar su lugar en la política nacional.
Johnny Araya no solo busca recuperar su control sobre un partido al que traicionó, sino que también representa el pasado que la dirigencia liberacionista está ansiosa por superar. «Costa Rica merece un PLN fuerte y renovado, y Castillo parece ser la única esperanza en este camino». Dijo una de las asistentes quien se identificó como dirigente de La Uruca.