Cinco partidos antidemocráticos se disputan el honor de ser el taxi de la tiranía
En un acto digno de reallity show de baja monta, Pilar Cisneros, la autoerigida vocera suprema del chavismo costarricense, anunció que el próximo 12 de julio, desde el tercer piso de un hotel capitalino, impondrá su voluntad y revelará cuál de los cinco partidos chavistas se ganará la lotería de convertirse en el taxi de su proyecto antidemocrático.
Según la propia Pilar Cisneros, la cita servirá para escoger la agrupación —o coalición improvisada— que portará la bandera del Movimiento Antidemocrático Chavista (MADCHA), diseñado a imagen y semejanza de su líder, con el claro propósito de derrotar la institucionalidad costarricense y pavimentar el retorno de Rodrigo Chaves al poder en 2030.
Entre los finalistas de este circo político están el Partido Pueblo Soberano (presidido nada menos que por la esposa de un narco mexicano), el Partido Esperanza y Libertad, Motiva, y los fallidos PRD y Creemos, que ni siquiera lograron inscribirse ante el TSE. Al mejor estilo de un Moisés tropical, Pilar bajará a dictar la orden divina sobre cuál de estos grupos de serviles merecerá representar su dictadura soñada.
Pero el drama chavista no termina ahí: Jose Miguel Villalobos, el abogado del narco, ya avisó que los partidos que no se sometan a esta decisión serán expulsados del nuevo consejo chavista, anulando cualquier posibilidad de inscribir candidaturas propias. En otras palabras, un nuevo “dedazo” de la dictadura chavista donde los borregos obedecen, y la voluntad popular sencillamente estorba.
Pilar Cisneros ha sido clarísima:
- En enero declaró con total desparpajo que “si nosotros queremos una dictadura” se justificaba en nombre del pueblo.
- Defendió a Mauricio Batalla —investigado por delitos sexuales— afirmando que “no podemos permitir que la institucionalidad siga gobernando este país”.
- Y el propio Rodrigo Chaves, en arrebato autoritario, confesó su idolatría por Bukele y sus métodos, admitiendo que sueña con replicarlos en Costa Rica.
Así, el Movimiento Antidemocrático Chavista, bajo la guía de Pilar Cisneros, busca confundir, dividir y controlar a la ciudadanía con un único fin: instalar su autoritarismo. Con el plazo electoral venciendo el próximo 31 de julio para inscripciones de partidos y coaliciones, el show chavista podría terminar en una pataleta contra el TSE, acusándolo de “no dejarlos competir”.
Frente a este panorama, Costa Rica se juega el todo por el todo este primer domingo de febrero de 2026: elegir entre la sumisión a la dictadura chavista o mantener viva la democracia, imperfecta pero perfectible, con candidatos elegidos en asambleas abiertas y con respeto a la participación ciudadana.
Paisano, la patria te llama. No permitas que un puñado de iluminados robe la voz de un pueblo libre. Defiende la democracia con tu voto.