Comentarios negativos suben
A pesar de un leve aumento en la popularidad personal de Chaves, su gobierno sufre un creciente rechazo en redes sociales, con su gabinete enfrentando duras críticas.
El presidente Rodrigo Chaves podría estar disfrutando de un halo de popularidad personal, pero su gabinete parece estar pagándole caro el precio de las decisiones erráticas y su manejo cuestionable de la política pública.
Según el último informe del Observatorio de Comunicación Digital de la Universidad Latina de Costa Rica, durante el período de octubre de 2024 a enero de 2025, los comentarios negativos hacia el Ejecutivo alcanzaron un alarmante 52.7%, el segundo pico más alto de desaprobación desde que asumió el cargo.
El análisis revela que, mientras Chaves logra mantener un 44.1% de comentarios positivos, su gabinete sigue siendo el blanco de duras críticas por parte de los ciudadanos en redes sociales. Entre los temas que dispararon la desaprobación se encuentran las polémicas sobre la póliza para proteger a los jerarcas de su gobierno en casos de corrupción, el avance de las obras en Circunvalación Norte y, por supuesto, la cuestionada retirada de la pauta publicitaria de Kolbi y el Banco Popular del programa El Chinamo de Canal 7, un acto que dejó claro el rechazo del gobierno a la libertad de expresión.
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La situación del gabinete de Chaves es tan grave que más de la mitad de los comentarios sobre los miembros de su equipo de trabajo fueron negativos. En el inicio de la administración, el porcentaje de críticas negativas hacia el Ejecutivo era del 28.1%, pero este ha ido creciendo sin control, alcanzando una cifra alarmante que demuestra el creciente malestar ciudadano.
A pesar de los resultados positivos que muestran algunas encuestas sobre la percepción personal de Chaves, la aprobación de su gestión como tal es cuestionada cada vez más. De hecho, la reciente afirmación del presidente sobre la posibilidad de renunciar a la presidencia para buscar apoyo para una diputación en 2026 no hace más que añadir incertidumbre a un panorama político ya sumido en el caos.