SITRAA denuncia lujos obscenos y abandono institucional mientras comunidades sufren por falta de agua
El Sindicato de Trabajadores de Acueductos y Alcantarillados (SITRAA), bajo la firme voz de su secretario general Mario Rodríguez, ha alzado una vez más la voz contra los escandalosos abusos cometidos por el presidente ejecutivo del AyA, Juan Manuel Quesada, quien parece confundir la institución con su finca privada de lujo.
Mientras trabajadores enfrentan la falta de uniformes, herramientas y materiales básicos, y mientras comunidades enteras como Guanacaste, Limón y San Vito de Coto Brus padecen sin acceso estable a agua potable, el jerarca se dedica a embellecer su entorno personal con fondos públicos.
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“En nuestra institución, el jerarca se cree dueño de una hacienda”, denunció Mario Rodríguez, haciendo alusión directa al estilo virreinal y caprichoso con el que Quesada maneja el AyA.
Lista de lujos millonarios en plena crisis hídrica
La denuncia del SITRAA incluye una vergonzosa lista de gastos innecesarios, firmados y avalados por la Gerencia General, que retratan con claridad el nivel de desconexión de Quesada con la realidad del país:
- Remodelaciones millonarias de oficinas solo para la Presidencia Ejecutiva.
- Compra de insumos audiovisuales de alto costo para su autopromoción mediática.
- Adquisición de muebles de lujo y zacate sintético para su oficina.
- Alquiler de vehículo último modelo para uso personal.
- Compra de plantas ornamentales lujosas, dignas de un palacio.
- Campañas de imagen personal pagadas con dinero público, incluso en centros educativos que ni agua tienen.
- Publicidad millonaria en fiestas cívicas y medios, no para el AyA, sino para alimentar el ego desbordado del jerarca.
Todo esto ocurre mientras los usuarios enfrentan interrupciones constantes del servicio, y los trabajadores tienen que ingeniárselas sin los equipos adecuados, en instalaciones deterioradas y con vehículos que parecen salidos de un taller de chatarra.
Un sindicato que sí trabaja
En medio de esta decadencia institucional, el papel del SITRAA y de su secretario general Mario Rodríguez ha sido valiente, constante y ejemplar. Sin miedo a represalias, han expuesto lo que otros callan: que el AyA no necesita más relaciones públicas, necesita gestión seria, inversión en infraestructura y respeto por sus trabajadores.