EE. UU. le retira la visa al único arquitecto de la paz en Centroamérica

Arias es el único Premio Nobel de la Paz de Costa Rica

Oscar Arias, arquitecto de la paz en Centroamérica, recibe una afrenta del gobierno de Trump mientras el oficialismo celebra en silencio

El 1.º de abril de 2025 quedará registrado en la historia universal como el día en que Estados Unidos retiró la visa de ingreso a Oscar Arias Sánchez, el único costarricense galardonado con el Premio Nobel de la Paz y uno de los principales referentes del pensamiento político y humanista en América Latina.

La decisión, atribuida al gobierno de Donald Trump, ocurre en el marco de una ola de restricciones migratorias impuestas a figuras políticas de la región centroamericana. En Costa Rica, esta lista incluye a diputados como Johanna Obando, Francisco Nicolás, Cinthya Córdoba, Pablo Sibaja y Vanessa Castro. Sin embargo, ningún integrante del círculo más cercano del presidente Rodrigo Chaves ha sido afectado, a pesar de sus viajes a china China, como en el caso de Daniel Vargas, diputado chavista.

Un castigo a la voz crítica y libre

La pregunta que flota en el aire es inevitable: ¿Cuál es el “pecado” de Oscar Arias? La respuesta parece clara: pensar con independencia y expresarse con valentía. Como él mismo ha señalado: “En política hay que entender que un adversario político no es un enemigo.”

Arias, quien realizó estudios en universidades estadounidenses y ha recibido reconocimientos como la Medalla de la Libertad de Filadelfia, ha sido una figura central en la promoción de la democracia, el diálogo y la paz. Su Plan de Paz para Centroamérica, firmado en 1987, evitó miles de muertes y sigue siendo una referencia histórica en el mundo diplomático.

Además, fue el impulsor del Código Internacional de Conducta para la Transferencia de Armas, que entró en vigor en 2014 y busca limitar el comercio irresponsable de armas convencionales.

La mezquindad celebra, pero la historia no olvida

Mientras en Zapote algunos celebran en silencio y en redes sociales los seguidores del chavismo se regodean con burla e ignorancia, el Dr. Arias permanece sereno, digno y rodeado del reconocimiento internacional que nunca ha necesitado visas para validarse.

La afrenta que otros verían como un golpe, él la asume como una medalla más. Desde su residencia en Rohrmoser, donde una fotografía de 1987 lo muestra con el entonces congresista estadounidense Newt Gingrich—en su momento enemigo declarado del Plan de Paz—Arias recuerda que su lucha ha sido siempre por la libertad y la paz, no por agradar a los poderosos.


Foto de la pagina 120 del libro Paginas de Mi Memoria

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