Desamparados al borde del colapso sanitario: la crisis que nadie quiere asumir

El cantón enfrenta una emergencia inminente mientras otros municipios evaden su responsabilidad histórica en el manejo de residuos.

Desamparados enfrenta una crisis sanitaria inminente que amenaza con desbordarse en las próximas semanas. El colapso del sistema de recolección y disposición de residuos sólidos no es solo un problema local, sino una bomba de tiempo para todo el país.

A pesar de los reiterados llamados de atención, las municipalidades vecinas se niegan a asumir su responsabilidad histórica, dejando a Desamparados atrapado en una emergencia ambiental y financiera que podría derivar en una tragedia sanitaria sin precedentes en Costa Rica.

El Parque Tecnológico de Aczarri, núcleo del manejo de residuos para varios cantones, ha llegado al límite de su capacidad operativa. A ello se suma la sobrecarga heredada de zonas como Río Azul y El Huaso, que han convertido a Desamparados en el vertedero de otros sin compensación ni corresponsabilidad. Mientras tanto, municipios como Alajuela se niegan a abrir sus propios centros de tratamiento de residuos, agravando la saturación del sistema actual.

El intento de solución por parte de la Municipalidad de Desamparados, a través de una nueva licitación para la gestión de residuos, fracasó estrepitosamente. La escasa participación empresarial, la falta de respuesta institucional y la ausencia de liderazgo político ponen al cantón contra las cuerdas. Si no se establece un nuevo contrato operativo en las próximas semanas, agosto marcaría el inicio de una crisis sanitaria sin precedentes en la historia nacional.

El abandono de los otros cantones

Desde la oposición política se ha denunciado el desinterés de municipalidades como Alajuela y Limón, que prefieren ignorar la deuda histórica que tienen con Desamparados. Mientras tanto, el cantón paga el precio: los costos de disposición por tonelada han subido de ₡13.000 a ₡29.000, en un contexto donde miles de unidades habitacionales no pagan por el servicio.

A pesar de esta situación insostenible, el resto de los municipios continúa mirando hacia otro lado, ignorando que la crisis de residuos sólidos no respeta límites cantonales ni políticos.

Aumento tarifario: injusticia para los más vulnerables

En un escenario aún más indignante, las familias desamparadeñas más humildes están pagando el costo de la negligencia ajena. Las tarifas por servicio de recolección han subido hasta ₡6.000 por trimestre para los hogares, y ₡60.000 o más para pequeños comercios, un golpe que castiga a quienes menos responsabilidad tienen en esta crisis.

Un país en negación ante una emergencia inminente

Mientras Costa Rica enfrenta un arbitraje internacional multimillonario, el país sigue ignorando que el verdadero reactor nuclear está por estallar en Desamparados. Este lunes, podría aprobarse un nuevo aumento tarifario, lo que dispararía la tensión social en el cantón y pondría a prueba la paciencia de su población. Si la comunidad decide cerrar el acceso al parque tecnológico, el gobierno no tendrá más opción que decretar emergencia nacional.

Esto no es una exageración. Es una advertencia seria y urgente. El verdadero ‘tic-tac’ no es electoral. Es sanitario, y suena fuerte desde Desamparados.

Un llamado urgente a la acción

Desamparados no puede seguir cargando solo con la crisis de residuos del país. Es urgente que los demás cantones y el gobierno central asuman su cuota de responsabilidad, con medidas concretas, contratos viables, soluciones inmediatas y una distribución equitativa de la carga. La indiferencia institucional y política ya no es opción. La emergencia no es futura: es presente.


Lo anterior es basado en la opinión personal de Luis Carlos Núñez, ex regidor municipal por Desamparados

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