Diputada exige respeto a la niñez y condena uso político de menores en actos del presidente
La diputada del Partido Liberación Nacional, Montserrat Ruiz, lanzó una firme y enérgica condena contra el presidente Rodrigo Chaves, tras la circulación de un video en el que el mandatario dice en Guanacaste: “Regáleme una niña y yo se la devuelvo cuando se gradúe de la universidad.”
En un país que se ha esforzado durante décadas por proteger los derechos de la niñez, estas palabras no son una “ocurrencia”, ni una “broma sacada de contexto”. Lo que queda en evidencia, como señala la diputada Ruiz, es una forma peligrosa y perversa de ejercer el poder, que normaliza las relaciones de desigualdad, legitima los abusos simbólicos y coloca a los menores de edad como objetos de manipulación política.
Chaves en el ojo del huracán por comentarios a una menor; diputada Montserrat Ruiz exige respeto y responsabilidad
“Lo que vemos no es un simple error”, sentenció Ruiz. “Es el reflejo de una conducta reiterativa del presidente que minimiza la dignidad humana, que deshumaniza, y que vulnera la protección que debe resguardarse a toda costa para nuestros niños y niñas.”
El silencio ya no es opción
La diputada no se limitó a denunciar. También reivindicó su rol como legisladora y defensora de los derechos de la infancia, asegurando que no permitirá que se banalicen ni los derechos humanos ni la violencia simbólica contra menores, menos aún desde el más alto cargo del país.
“Desde la Asamblea Legislativa, seguiré vigilante, alzando la voz cuando sea necesario, y exigiendo estándares más altos en la conducta pública de quienes ocupan cargos de poder. Porque cuando se vulnera a una niña, se vulnera al país entero”, afirmó.
En contraste con la actitud frívola y misógina que ha caracterizado a Rodrigo Chaves en múltiples ocasiones —desde sus “Shows en Zapote”, pasando por la vulgaridad de “a la gran puta déjenme trabajar”, hasta ahora este nuevo episodio que raya en lo asqueroso—, la voz de Montserrat Ruiz representa la dignidad que muchos costarricenses esperan de sus líderes.
¿Una broma? ¿O un patrón de comportamiento?
En lugar de asumir responsabilidad, Chaves y su equipo optan por banalizar y minimizar. Ya no sorprende. Lo verdaderamente escandaloso es que lo haga una vez más, esta vez con una menor de edad, en público y con cámaras presentes.
No se trata de interpretaciones. Se trata de hechos. Se trata de límites que nunca debieron cruzarse.
Ruiz, al alzar la voz, también interpela a los otros poderes del Estado, a los medios de comunicación y a la ciudadanía: ¿hasta cuándo vamos a seguir tolerando este tipo de conducta en un presidente?













