Chaves se viste con ropa ajena
La diputada del PLN expone recortes, mentiras y omisiones del gobierno en dos áreas clave: el derecho a aprender y el derecho a una casa.
La diputada Kattia Rivera del PLN ofreció un análisis agudo y bien documentado del informe presidencial de Rodrigo Chaves, dejando en evidencia las profundas inconsistencias entre el relato oficial y la realidad de miles de familias costarricenses.
En su intervención, Rivera afirmó con claridad que el desarrollo no puede medirse únicamente por indicadores macroeconómicos, especialmente cuando el crecimiento se construye a costa de recortes en educación, salud y vivienda. La diputada llamó a dejar de maquillar la gestión y afrontar los desafíos del país con honestidad y responsabilidad.
Educación: cifras maquilladas, realidades ignoradas
Rivera denunció que el discurso de Chaves sobre educación se basa en anécdotas y omisiones. Presupuestos decrecientes, una asignación del 4.9% del PIB y un sistema educativo con 849 órdenes sanitarias reflejan un abandono institucional inadmisible. A ello se suman docentes desmotivados, recortes del 57% en transferencias a las Juntas de Educación y una infraestructura colapsada.
El gobierno celebra la inauguración de siete centros educativos, pero más de 4.500 centros públicos siguen operando en condiciones indignas. Mientras tanto, 86.000 computadoras permanecen embodegadas, y la supuesta conectividad del 98% de los centros resulta ser una falacia: en el 79% de los colegios rurales, el Internet no cumple los mínimos técnicos o solo existe en la oficina de dirección.

Rivera calificó esta situación como una tragedia de incompetencia y señaló a la exministra Anna Katharina Müller como una de las responsables de un daño estructural histórico al sistema educativo costarricense.
Vivienda: promesas rotas y recortes silenciosos
El presidente se jactó del presupuesto asignado al Sistema Financiero Nacional para la Vivienda (SFNV) y de la entrega de bonos en territorios insulares. Sin embargo, Rivera reveló una serie de recortes sistemáticos durante los últimos tres años:
- En 2023, el recorte fue de ₡21.561 millones (2.087 viviendas menos).
- En 2024, ₡34.568 millones (3.346 viviendas menos).
- Para 2025, se proyecta una reducción de ₡40.586 millones (3.929 viviendas menos).
En total, se dejaron de construir más del doble de viviendas respecto a las entregadas. Rivera también destacó la pérdida de oportunidades laborales y económicas: casi 36.000 empleos no generados y más de 1.196.000 metros cuadrados que no se construyeron.
Además, los supuestos aumentos en el presupuesto no son mérito del Ejecutivo, sino producto del crecimiento natural del FODESAF. El Banhvi debió recibir ₡191.833 millones, pero solo se le asignaron ₡153.669 millones en 2025, lo que representa un recorte del 21.16%.
Méritos ajenos presentados como propios
Rivera desmontó otra de las maniobras del gobierno: atribuirse logros que corresponden a decisiones legislativas anteriores. La entrega de bonos en territorios insulares fue posible gracias a la Ley N.º 9779, impulsada por la Asamblea Legislativa. Las viviendas indígenas con enfoque cultural tampoco son una innovación de esta administración, sino una política preexistente.
Compromiso con la fiscalización y los derechos sociales
La diputada concluyó su intervención con un firme compromiso: seguir fiscalizando y defendiendo el derecho a la vivienda digna y a una educación de calidad. Hizo un llamado a todas las fracciones legislativas para que cada colón aprobado se ejecute con transparencia y no termine convertido en discursos vacíos y propaganda oficialista.