Cerca de 150 mil liberacionistas votaron en una convención marcada por la esperanza y los ataques del chavismo.
Costa Rica vivió este domingo un anticipo simbólico del Domingo de Ramos. Aunque la fecha oficial del calendario judeo-cristiano es el 13 de abril, para el Partido Liberación Nacional (PLN) y miles de costarricenses, el espíritu de esperanza y renovación se adelantó con la elección de Álvaro Ramos Chaves como candidato presidencial de la agrupación para las elecciones nacionales del 1.º de febrero de 2026.
Con el 50% de las juntas receptoras de votos escrutadas, Ramos obtuvo un contundente 81% del respaldo, lo que confirma su liderazgo al frente del PLN. La participación se estima en alrededor de 150 mil votantes, un número significativo considerando que esta fue la única convención abierta entre los partidos con opciones reales de poder.
A pesar de los ataques provenientes del oficialismo y los intentos del chavismo por inclinar la balanza a favor de un candidato afín al Poder Ejecutivo, el pueblo liberacionista respondió con fuerza y determinación. Ni los trolls digitales ni las estrategias de desinformación impulsadas desde Zapote lograron apagar la llama del cambio.
Álvaro Ramos, economista de 41 años y expresidente ejecutivo de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), pronunció un emotivo discurso tras conocerse los resultados. Subrayó que esta victoria es apenas el comienzo de una cruzada nacional para liberar al país de liderazgos tóxicos y reconstruir la unidad nacional desde el respeto, la verdad y el amor por Costa Rica.
Lea También: Vicky Ross: Liderazgo femenino impulsa campaña de Álvaro Ramos
Su campaña ha sido construida junto a una nueva generación de liderazgos dentro del PLN, entre quienes destacan Daniela Coll Ross, presidenta de la Juventud Liberacionista, y otras figuras emergentes como aspirantes a liderar estructuras clave del partido. El equipo de Ramos se ha consolidado bajo una visión de renovación democrática, justicia social y patriotismo responsable.
En su llamado a la unidad, Ramos invitó a sus excontendientes y sus equipos a integrarse a una causa mayor: la recuperación del país. También extendió el mensaje a todos los costarricenses que creen en una Costa Rica de oportunidades, paz y respeto institucional, más allá de banderas partidarias.
La convención liberacionista de este 6 de abril se convierte así en un hito que marca el inicio de una nueva etapa para el PLN y, posiblemente, para el país. Frente a un oficialismo que se afianza en el poder con decisiones unilaterales y mensajes de confrontación, la figura de Álvaro Ramos emerge como símbolo de esperanza y reconciliación nacional.
