¿Renunciará Rodrigo Chaves? Los beneficios ocultos de una posible salida estratégica

El politólogo Gustavo Araya expone siete razones por las que al presidente le convendría dejar el cargo antes de terminar su mandato.

En la antesala del circo semanal que ofrecerá este miércoles el presidente Rodrigo Chaves, el politólogo y analista Gustavo Araya plantea un análisis profundo sobre los posibles beneficios políticos y personales que obtendría el mandatario en caso de renunciar a la presidencia. Lejos de representar una pérdida de poder, la renuncia podría ser una jugada estratégica para blindarse, relanzarse y continuar manipulando la agenda nacional desde otra trinchera.

En declaraciones para Radio Zurqui, Gustavo Araya sostiene que “a Chaves le sirve la renuncia” si se analiza desde la lógica del interés propio y no desde el bienestar del país. Araya identifica siete razones clave por las cuales al presidente le convendría dejar el cargo en este momento, todas ellas enfocadas en evitar la rendición de cuentas y mantener el control de la narrativa política.

  1. Control de la narrativa en año electoral

Renunciar le permitiría a Chaves retomar el control de la agenda política, alejando cualquier foco adverso promovido desde la Asamblea Legislativa. Así, evitaría verse debilitado frente a los ataques institucionales en un contexto preelectoral.

  1. Convertirse en mártir del Poder Judicial

Al posicionarse como víctima del Ministerio Público y del fiscal general, podría transformar las investigaciones en su contra en una cruzada política, alimentando su relato de persecución y ganando simpatías con sectores que lo ven como un outsider atacado por “la élite”.

  1. Cuatro años más de inmunidad

Una diputación le otorgaría nueva inmunidad parlamentaria, con lo cual suspendería todos los procesos penales en su contra. La estrategia: congelar las causas judiciales mientras se rearma políticamente.

  1. Libertad total para hacer campaña

Una renuncia le permitiría hacer giras, dar discursos y promover candidaturas sin restricciones del TSE, dado que ya no estaría ejerciendo un cargo de elección popular que lo sujete a limitaciones de beligerancia política.

  1. Lacerar la elección nacional

Desde fuera del Ejecutivo, podría dedicarse a sabotear el proceso electoral, atacando a rivales desde una posición de absoluta libertad, incluso promoviendo abiertamente su fórmula con Laura Fernández y el controvertido taxi electoral de Mayuli Ortega.

  1. Ensayo para el 2030

Renunciar y convertirse en diputado podría ser el inicio de una campaña prolongada con miras al 2030, alineando su proyecto político a largo plazo con estrategias de confrontación y desgaste institucional.

  1. Convertirse en el eje de poder legislativo

Como diputado, tendría el poder de trabar o impulsar cualquier iniciativa legislativa, posicionándose como actor clave del conflicto político nacional. Araya sostiene que “el principio básico del chavismo es mantenerse en el centro del conflicto, no gobernar para el bien común”.

Un presidente sin escrúpulos ni límites democráticos

Gustavo Araya concluye que el proyecto de Chaves no busca estabilidad, sino tensión constante, porque su popularidad se basa en el pleito, no en las soluciones. En este contexto, una renuncia no sería una retirada, sino un cambio de táctica para conservar poder, influencia e impunidad.

Este análisis cobra especial relevancia horas antes de la esperada conferencia de prensa del mandatario, quien deberá responder ante el país si continuará en el cargo o apostará por una nueva estrategia en su guerra contra las instituciones.


 

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