El candidato de Pueblo Soberano arrastra un historial de cuestionamientos éticos, juicios millonarios y deudas fiscales mientras promete “orden y progreso”.
Continuamos con la serie de Radio Zurqui sobre las cuestionadas candidaturas de Pueblo Soberano al Congreso. Hoy analizamos al primer lugar por Limón: Osvaldo Manuel Artavia Carballo, un desconocido absoluto en la provincia caribeña que pretende representar.
Desde su controvertido paso por el INDER, donde acumuló múltiples cuestionamientos éticos y administrativos, hasta su salida en busca de la diputación, Artavia dejó tras de sí decisiones polémicas. Recomendó a Juan Ignacio Rodríguez como su sucesor, quien renunció a la semana por supuestos vínculos con el narcotráfico en el caso Azteca. ¿Es esto el “buen juicio” que ofrece a Limón?
Patrimonio fuera de Limón y lejos de su gente
Los registros del Registro Nacional muestran que Artavia concentra su patrimonio en San Felipe de Alajuelita, San José, con fincas destinadas a uso residencial y parqueo, muy lejos de la realidad limonense. Mientras promete trabajar por Limón, sus intereses económicos se mantienen en el Valle Central.
Juicio millonario y empresas morosas
Peor aún, Artavia enfrenta un juicio contencioso administrativo (expediente 25-002324-1027-CA) con una cuantía de ₡60 millones. Este proceso judicial, lejos de su “imagen impoluta”, plantea serias dudas sobre su idoneidad y transparencia.
Además, figura como tesorero de la sociedad CoatzaCoalcos S.A., la cual no está inscrita como patrono en la CCSS y aparece morosa ante Hacienda. ¿Cómo pretende legislar por la gente cuando su propia empresa evade obligaciones sociales y tributarias?
Incumplimientos fiscales personales y deudas millonarias
La incongruencia no termina ahí. Según los registros oficiales, Osvaldo Artavia aparece omiso en sus declaraciones de impuestos como persona física. Aunque no figura moroso, la omisión muestra un patrón de incumplimiento fiscal, que se suma a las deudas de su empresa.
Y como si fuera poco, mantiene múltiples gravámenes e hipotecas millonarias, incluyendo dos por más de ₡72 millones cada una con el Banco Popular. ¿Cómo puede hablar de independencia e integridad si está atado financieramente a compromisos de alto calibre?
La gran pregunta: ¿Merece Limón un candidato así?
La provincia de Limón, históricamente golpeada por el abandono estatal y la desigualdad, no merece a un desconocido con juicios, deudas y empresas morosas que representa más los intereses del chavismo y sus negocios en San José que las verdaderas necesidades limonenses.
Osvaldo Artavia y Pueblo Soberano son la prueba viviente de que el chavismo pretende llenar el Congreso de fichas cuestionadas, con historiales éticos y financieros incompatibles con la transparencia democrática.











