Manipulación y Distracción Electoral
El gobierno emplea tácticas de desinformación y confrontación para desviar la atención de la crisis nacional
El presidente Rodrigo Chaves y su principal aliada política, Pilar Cisneros, han construido una estrategia de comunicación basada en la confrontación, la manipulación mediática y la distracción constante para mantener el control de la agenda pública y evitar el escrutinio sobre su gestión.
Así lo advierte el politólogo Gustavo Araya, quien señala que estas tácticas se alinean con la estrategia de Shock and Awe utilizada por figuras como Donald Trump y Javier Milei para desestabilizar la oposición y generar una sensación de crisis permanente.
Tácticas de manipulación mediática
El gobierno de Chaves ha implementado una serie de estrategias destinadas a consolidar su narrativa y desacreditar a los sectores que le adversan:
- Discurso polarizador y agresivo:
- Chaves ha recurrido a ataques directos contra medios de comunicación, instituciones del Estado y figuras de la oposición, buscando generar enemigos comunes para movilizar su base de apoyo.
- Saturación mediática y control de redes sociales:
- Utiliza transmisiones en vivo y un ejército de medios afines, pseudo medios y baterías digitales para amplificar su mensaje y acaparar la atención pública.
- Evita la intermediación de la prensa independiente, asegurando que su narrativa sea la única que predomine en la conversación pública.
- Construcción de una imagen de “salvador” ante una crisis inventada:
- Ha posicionado la idea de que enfrenta a una “élite corrupta” que impide el desarrollo del país, repitiendo frases como “ticos con corona” y “no me dejan gobernar”.
- Ataques dirigidos a instituciones clave:
- Ha desacreditado a la Contraloría General de la República, la Fiscalía y otros organismos de control, sembrando dudas sobre su legitimidad para luego justificar actos de corrupción como supuesta “persecución política”.
- Distracción con anuncios inesperados y maniobras electorales:
- Introduce temas sin previo aviso para desviar la atención de los problemas nacionales.
- Su estrategia reciente es puramente electoral, lanzando especulaciones sobre su futuro político, posibles candidaturas y el uso de partidos “taxi” para fragmentar la oposición.
Impacto de esta estrategia en la opinión pública
La táctica de Chaves ha generado efectos tanto favorables como riesgosos para su gobierno:
- Sostiene un sector de apoyo popular, principalmente entre quienes desconfían de la política tradicional, aunque sin resultados concretos que respalden sus promesas.
- Mantiene una presencia mediática constante, forzando a los medios a reaccionar a sus provocaciones en lugar de centrarse en su gestión gubernamental.
- Debilita a la oposición, que enfrenta el dilema de responder a sus ataques sin caer en su juego de victimización.
- Redirige el debate hacia la arena electoral, atacando a los principales rivales políticos para desestabilizar sus candidaturas y promover la desinformación en los procesos internos de los partidos adversarios.
Riesgos a largo plazo y formas de enfrentar esta estrategia
Si bien la táctica de Shock and Awe puede resultar efectiva en el corto plazo, con el tiempo enfrenta el desgaste del discurso y un posible aumento de la polarización social. Para contrarrestarla, es fundamental adoptar estrategias de comunicación que eviten caer en la confrontación directa y centren la conversación en soluciones reales:
- Reencuadrar la narrativa: En lugar de responder a sus ataques, enfocar el discurso en propuestas concretas para los problemas nacionales.
- Desactivar la emoción con serenidad: No reaccionar con la misma agresividad, sino con datos y evidencias verificables.
- Reforzar el liderazgo local y el contacto ciudadano: Crear espacios de diálogo directo con la población para contrarrestar la manipulación mediática del gobierno.
- Saturar con mensajes de esperanza y soluciones: Contrarrestar el caos con discursos positivos y propuestas tangibles.
- Exponer la táctica del gobierno: Denunciar cómo Chaves y Cisneros utilizan la distracción para encubrir la crisis en salud, educación, seguridad y economía.
Conclusión
El modelo de comunicación de Chaves y Cisneros está diseñado para sostenerse en la confrontación y la polarización, pero carece de soluciones reales para la crisis que atraviesa el país. La estrategia de la oposición no debe centrarse en ataques personales, sino en evidenciar con datos verificables el deterioro que vive Costa Rica bajo su mandato y ofrecer una alternativa de gobierno con liderazgo responsable y efectivo.