El diputado Vargas ataca al Frente Amplio mientras es exhibido por su pasado político
En el circo legislativo controlado por el chavismo criollo, hay personajes que se destacan no por su brillantez, sino por su descaro y falta absoluta de vergüenza. Uno de ellos es Daniel Vargas Quirós, hoy diputado oficialista y orgulloso representante de la nueva extrema derecha costarricense, pero con un historial que lo exhibe como lo que realmente es: un oportunista sin ideología y sin palabra.
Hace apenas cinco años, Vargas Quirós no era el aguerrido “anticomunista” que hoy recita discursos dictados por Pilar Cisneros. En las elecciones municipales de 2020, este mismo Vargas fue el candidato de los “comunistas” del Frente Amplio a la Alcaldía de Nicoya. Aspiró por la coalición Alianza por Nicoya, conformada por el partido cantonal El Partido de Nicoya, que él mismo presidía, y el Frente Amplio. En las fotos de aquella campaña, Vargas posaba sonriente junto a la candidata a la vice alcaldía, Suray Carrillo, militante destacada del Frente Amplio.
Sin embargo, la memoria selectiva del diputado Vargas es prodigiosa. En días recientes, durante el espacio de control político, leyó torpemente un discurso manuscrito —porque ni leer bien puede— y atacó a la fracción del Frente Amplio, refiriéndose a ellos como el “partido comunista de este país” y como un “grupo de diputados, aún jóvenes, del Partido Comunista”. En el colmo de su desfachatez, Vargas reconoció públicamente que no tiene formación política, lo que explica no solo su torpeza legislativa, sino su total desconocimiento histórico.
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Si Vargas hubiera estudiado un poco —o al menos googleado—, sabría que el Partido Comunista de Costa Rica se fundó en 1931 y cambió su nombre a Vanguardia Popular en 1943, partido que aún existe y está legalmente inscrito. Pero claro, pedirle rigor histórico a un mandadero de Chaves es como pedirle a Chaves que respete la constitución: imposible.
Lo de Vargas no es solo ignorancia, es también una burda estrategia de descalificación al estilo de la Guerra Fría, ese gastado libreto donde cualquier persona que piense diferente es comunista. Ese mismo cuentico que algunos usan para llamar comunistas a George Soros, Bill Gates, el Papa Francisco, Kamala Harris y hasta Barack Obama.
Lo dicho por Vargas quedó consignado en actas legislativas y pasará a la historia como una muestra clara de la deslealtad, ignorancia y mala fe que define al actual oficialismo. Lo que no puede ocultar ni su servilismo ni sus libretos prefabricados es que Daniel Vargas es un camaleón sin ideología, que cambia de color según el poder que le convenga.
En Radio Zurqui lo tenemos claro: estos pseudodiputados chavistas siempre han bailado al son que mejor pague. No defienden principios ni representan ideas, solo obedecen órdenes. Por eso, Rodrigo Chaves sueña con 40 como Vargas: obedientes, torpes y dispuestos a vender sus convicciones al mejor postor.
Basado en un post de William Rodolfo Ulloa Bonilla