Rodrigo Chaves convierte a la Fuerza Pública en su milicia personal

El Bukele de cuarta se viste de comandante y apunta sus armas contra el Poder Judicial

En un nuevo episodio de su novela autoritaria, Rodrigo Chaves sigue desmantelando la institucionalidad democrática de Costa Rica. Ahora, el presidente ha decidido convertir a la Fuerza Pública —creada para proteger a los ciudadanos y hacer cumplir la ley— en su nuevo brazo armado político, usándola para atacar abiertamente al Poder Judicial y a cualquier institución que le estorbe.

Al mejor estilo de Nayib Bukele, quien llevó al ejército salvadoreño a tomar su Asamblea Legislativa, Chaves, a falta de ejército, ha decidido que la Fuerza Pública se convierta en su milicia de bolsillo. Con guion en mano, varios agentes policiales han comenzado a criticar públicamente fallos judiciales y decisiones de la Corte Suprema de Justicia, creando un ambiente hostil y peligrosamente militarizado contra el Poder Judicial.

Lo más grave es que el propio presidente convocó a una manifestación para el próximo 18 de marzo frente a la Fiscalía General de la República, utilizando el aparato estatal para presionar al Fiscal General. Y entonces surge la pregunta: ¿Quién protegerá a la Corte y a sus funcionarios ese día, si la Fuerza Pública ha sido secuestrada para servir a la agenda dictatorial de Casa Presidencial?

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Mario Zamora, ministro de Seguridad y cómplice silencioso de esta deriva autoritaria, debe responder ante el país. Su papel ha pasado de jefe policial a coordinador logístico de los caprichos presidenciales. Gravísimo cuando quien debería garantizar el orden y el respeto institucional es quien lo dinamita desde adentro.

Como si no fuera suficiente, Chaves también abrió fuego contra el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), insinuando que hay que “estar vigilantes”. Un presidente que ataca al árbitro electoral solo puede estar planeando jugar sucio. Señor Chaves, el TSE ha sido garante de la democracia y las elecciones limpias en este país mucho antes de que usted siquiera soñara con ser presidente.

La Fuerza Pública no es un batallón político al servicio de sus complejos autoritarios. No es su ejército privado. Es hora de que el país despierte y entienda que el camino que ha tomado Chaves es el de las dictaduras tropicales: atacar la prensa, manipular la policía, amenazar al sistema electoral y desmontar la división de poderes.

Costa Rica no es El Salvador y Rodrigo Chaves no es Bukele. Ni siquiera para eso le alcanza.


 

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