La diputada oficialista sugiere precarizar Costa Rica para emular a República Dominicana.
Pilar Cisneros lo dijo sin sonrojarse: Costa Rica debería tener un salario mínimo más bajo. En su intervención en el plenario legislativo, la diputada del oficialismo lanzó una propuesta que ha encendido alarmas: competir con países como República Dominicana o Panamá no mediante innovación, educación o tecnología, sino reduciendo el ingreso básico de los trabajadores.
“Costa Rica tiene el salario mínimo más alto de América Latina por lejos y eso nos hace poco competitivos”, afirmó Cisneros, argumentando que países como República Dominicana pagan apenas $241 dólares frente a los $675 dólares que se perciben en Costa Rica. La conclusión de la congresista: para evitar que “nuestros trabajos se los lleven” esos países, hay que pagar menos aquí.
Con este discurso, la mano derecha del presidente Rodrigo Chaves apuesta por una fórmula digna del más burdo manual de explotación: que el país ofrezca mano de obra barata, con menos derechos, menos ingresos y más pobreza, todo esto en una economía mucho más cara que la de sus supuestos competidores.
La reacción no se hizo esperar. El legislador Ariel Robles fue tajante al rechazar la propuesta, recordando que los inversionistas llegan a Costa Rica atraídos por la calidad humana y profesional de su fuerza laboral, no por salarios de miseria. “Hay gente educada, preparada, idónea para los trabajos. ¿Cómo va a ser que el banderazo de salida del oficialismo sea parecernos a República Dominicana?”, reclamó con dureza.
Robles cuestionó también el modelo de país que Cisneros y el chavismo impulsan. “¿Vinieron a legislar para que el pueblo costarricense enfrente las dificultades de República Dominicana o El Salvador? ¡Qué vergüenza afirmar eso!”, sentenció.
Mientras el mundo avanza hacia el conocimiento y la justicia social, Pilar Cisneros propone una Costa Rica competitiva a punta de empobrecimiento, en una regresión social disfrazada de estrategia económica.











