Chaves se viste con ropa ajena
Chaves se atribuye gestiones iniciadas en 2024 por el Ministerio Público y el OIJ, mientras Díaz y Soto marcan la cancha con pruebas, no propaganda.
Rodrigo Chaves vuelve a vestirse con ropa ajena. Esta vez, el blanco de su apropiación política fue que la DEA sacara un cartel de recompensa por Alejandro Arias Monge, alias “Diablo”, uno de los criminales más buscados por las autoridades.
Durante su ya habitual circo mediático de los miércoles, el presidente intentó presentar como propio un logro que corresponde, en realidad, a la Fiscalía General y al Organismo de Investigación Judicial (OIJ), instituciones que llevan años trabajando con rigor y seriedad en este caso.
En un spot previo al circo de este miércoles, Presidencia lanzó una pieza de propaganda con afirmaciones tan temerarias como falsas: “el OIJ y la Fiscalía han fallado en el intento, ahora este gobierno arreglará la torta”. Una narrativa descarada que intenta borrar el trabajo de instituciones autónomas, para construir el relato mesiánico de un gobierno que ya no distingue entre verdad y manipulación.
Durante el espectáculo, Chaves anunció, entre luces y efectos especiales, que “su gobierno” había logrado negociar con la DEA una recompensa por la captura de “Alias Diablo”. Dijo que su administración logró lo que “por diez años el OIJ había en apariencia tratado”. Así, minimizó el trabajo de investigadores y fiscales que, mientras él hace lives, se juegan la vida en la lucha contra el crimen organizado.
Sin embargo, como dice el propio mandatario, dato mata relato. Y esta vez, el dato lo tenía la Fiscalía General de la República y el OIJ.
En una conferencia seria, sin payasos ni cortinas de humo, el fiscal general Carlo Díaz y el subdirector del OIJ, Michael Soto, aclararon punto por punto la verdad detrás del cartel de recompensa anunciado por Estados Unidos.
Díaz detalló que desde 2024 se gestionaba ante la DEA el ofrecimiento de una recompensa de 500 mil dólares por “Alias Diablo”. Reveló incluso que en setiembre de ese año, durante un viaje oficial a Grecia, se reunió junto al director del OIJ, Randall Zúñiga, con la entonces directora de la DEA, Anne Milgram, para solicitar formalmente esa colaboración. Un viaje que fue objeto de críticas infundadas por parte del propio presidente y sus medios aliados.
Hace menos de un mes, añadió Díaz, también se reunió con Michael Flores, encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos en Costa Rica, para reiterar la necesidad de cooperación en este caso.
Michael Soto, por su parte, relató que el 26 de agosto del 2024, a la 1:00 p. m., se reunieron con el representante de la DEA en Costa Rica para solicitar formalmente el establecimiento de una recompensa por la captura del criminal. Soto fue enfático: lo importante es capturar a Alias Diablo, no quién se cuelgue la medalla. E hizo un llamado a los miembros de la banda para que colaboren con información que permita su detención.
Mientras Chaves juega al sheriff frente a las cámaras, el Ministerio Público y el OIJ siguen trabajando sin luces ni escándalos. Con profesionalismo, constancia y el aplomo de jerarcas como Carlo Díaz y Michael Soto, quienes saben que la seguridad nacional no se resuelve con TikToks ni frases rimbombantes, sino con estrategia, cooperación internacional y, sobre todo, respeto a las instituciones.
En esta historia, los datos aplastan al relato presidencial, y la justicia avanza, a pesar del ruido.













