El hermano del jefe de despacho de Rodrigo Chaves enfrenta graves señalamientos
La Fiscalía General de la República confirmó que Esteban Aguilar Vargas, flamante jefe de la Unidad de Cibercrimen y, casualmente, hermano del jefe de despacho de Rodrigo Chaves, enfrenta una investigación por presunta violencia doméstica tras una denuncia presentada por su esposa.
Un fiscal experto en “cibercrimen” y, al parecer, en violencia de género
La denuncia fue interpuesta el pasado 3 de marzo en el Juzgado de Violencia Doméstica de Heredia, y la investigación quedó bajo la Ley de Penalización de la Violencia contra las Mujeres. Lo más irónico de todo es que el caso se tramita en la Plataforma Integrada de Servicios de Atención a la Víctima (PISAV), demostrando que hasta el mismo sistema que él debería defender, hoy lo investiga.
El paladín del acoso… pero ahora como agresor
Para quienes no recuerdan, Esteban Aguilar es el mismo que meses atrás lloraba ante la prensa diciendo que era víctima de acoso laboral por parte del fiscal general Carlo Díaz. Pero, oh sorpresa, resulta que en casa el acosador habría sido él.
Violencia doméstica y drama político familiar
Pero la historia no termina ahí. Aguilar, hermano de Gabriel Aguilar Vargas, el jefe de despacho de Rodrigo Chaves, parece que le gusta hacerse la víctima mientras acumula denuncias. Apenas su esposa lo denunció, el fiscal pidió un permiso sin goce de salario, alegando persecución laboral. Un libreto digno de telenovela barata: el pobre fiscal perseguido, ahora investigado por pegarle a su esposa.
Silencio institucional, como es costumbre
El caso se encuentra en fase privada, según el artículo 295 del Código Procesal Penal, por lo que el Poder Judicial y el Ministerio Público deben guardar silencio. Sin embargo, lo que sí es evidente es que el campeón de la persecución y la victimización ahora deberá responder ante la justicia por presunta violencia doméstica.
En Radio Zurqui estaremos atentos a ver si el defensor de la ciberseguridad puede protegerse a sí mismo de su historial familiar y personal, o si terminará siendo un ícono más de la hipocresía política costarricense.