El “enlace” de un gobierno sin puente

Chaves dinamita los puentes y culpa a la Asamblea

El viceministro Alejandro Barrantes intenta maquillar la intransigencia de Chaves con discursos vacíos

El viceministro Alejandro Barrantes, actual enlace del Poder Ejecutivo con el Legislativo, conversó con Radio Zurqui en la Asamblea Legislativa y dejó claro —entre evasivas y contradicciones— que el gobierno de Rodrigo Chaves continúa negándose a designar un ministro de la Presidencia, mientras sostiene un doble discurso sobre diálogo y cooperación interinstitucional.

Desde que Laura Fernández le delegó la función de enlace, Barrantes ha servido como puente improvisado entre Zapote y Cuesta de Moras, pero sin la legitimidad ni el peso político que el cargo amerita. La negativa de nombrar un ministro titular de la Presidencia confirma una estrategia de aislamiento y confrontación que Chaves ha mantenido como sello de su administración.

Una agenda de imposiciones disfrazadas de prioridades

Durante la entrevista, Barrantes detalló los proyectos que, según el Ejecutivo, marcan la “prioridad” en este nuevo periodo de sesiones extraordinarias. Entre ellos destacan:

  • Jornadas 4×3, rechazadas por amplios sectores laborales.
  • Reforma constitucional para extraditar costarricenses.
  • Venta de medicamentos por parte de la CCSS, que pone en tela de juicio el modelo solidario de la institución.
  • Endurecimiento penal por daños a escáneres, con el clásico enfoque punitivo que ignora causas estructurales.

En lugar de impulsar reformas de verdadero impacto social, el gobierno insiste en una agenda que sirve más a sus intereses políticos y empresariales que al bienestar del país.

Veto, contradicción y manipulación legislativa

Una de las declaraciones más reveladoras fue la justificación de Barrantes para convocar el proyecto de resello sobre los vuelos de bajo costo, vetado por el mismo Chaves. Aunque el veto partió del Ejecutivo, ahora resulta que el oficialismo lo pone en agenda para “ver si la oposición tiene los votos”. Una jugada que, más que coherente, parece manipuladora: si la oposición es la interesada, ¿por qué no dejar que decida convocarlo por su cuenta?

Esta contradicción revela un patrón ya conocido: Zapote utiliza la Asamblea como escenario de teatro político, no como foro democrático.

Chaves dinamita, pero la culpa es de los demás

Barrantes intentó justificar la poca productividad legislativa del oficialismo culpando a la oposición por no aprobar sus proyectos. Sin embargo, los números desmienten el discurso:

  • Solo 14 leyes han sido impulsadas por el oficialismo.
  • La oposición ha logrado 31 leyes contra la delincuencia y 7 más producto de diálogo tripartito, del que Zapote se retiró unilateralmente.
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Peor aún, minimizó los logros en seguridad aprobados por otros partidos, deslegitimando esfuerzos que sí responden a una agenda nacional.

El cinismo como línea de comunicación

El viceministro aseguró que Chaves “nunca ha dicho que no quiere dialogar”, pese a que el presidente ha declarado públicamente que prefiere dinamitar puentes antes que construirlos. La retórica incendiaria del mandatario se contradice con los intentos del viceministro de pintar al Ejecutivo como víctima de una Asamblea “infértil”.

Al ser consultado sobre esta contradicción, Barrantes se limitó a decir que Chaves “solo ha dicho la verdad” sobre los diputados, es decir, ratificó el discurso hostil, sin una pizca de autocrítica.

¿Quién dinamitó el puente?

La entrevista concluyó con una pregunta que define este periodo político:
¿Realmente la Asamblea no quiere dialogar o es Rodrigo Chaves quien ha dinamitado todos los puentes?
La respuesta parece obvia para quienes siguen el rumbo autoritario y polarizante del gobierno. La estrategia es clara: deslegitimar y aislar al Legislativo, mientras el Ejecutivo gobierna desde el conflicto.


 

 

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