El outfit presidencial cuesta ₡15 millones
El presidente Rodrigo Chaves visitó la cárcel La Reforma con un outfit de diseñador que supera los ₡15 millones, mientras posaba como salvador ante reos y cámaras.
Rodrigo Chaves volvió a convertir la lucha contra la inseguridad en un espectáculo, esta vez trasladando su show político al Centro Penitenciario La Reforma, donde no solo llevó discursos reciclados, sino también un atuendo de lujo que parece más pensado para la portada de una revista de moda que para enfrentar el dolor humano tras las rejas.
La visita a La Reforma —teatralizada hasta el último botón— fue una demostración más de cómo el mandatario utiliza el sufrimiento ajeno como escenografía de campaña. Pero lo que más llamó la atención no fueron sus palabras vacías, sino el descarado outfit con el que decidió posar ante las cámaras, como si estuviera desfilando por un centro comercial europeo en vez de ingresar a una cárcel costarricense.
Aquí el desglose del look presidencial:
- Faja Hermès – ₡430.000: porque si vas a enfrentar abucheos, que te sostenga una H… de Humo.
- Gorra Montblanc con banda de cuero – ₡180.000: hasta la frente sudada necesita estatus.
- Camisa Hugo Boss slim fit – ₡95.000: remangada, para ese aire casual de “vengo a ver el rancho arder”.
- Pantalón Massimo Dutti tailored – ₡120.000: corte recto para paso firme, aunque tiemble el alma.
- Zapatos Ferragamo de cuero – ₡420.000: perfectos para andar las calles… de cemento institucional.
- Reloj Rolex Day-Date “Presidential” – ₡13.500.000: para saber con precisión a qué hora se le fue la dignidad.
- Calcetines Falke Airport – ₡28.000: porque no puede permitir que el frío le entorpezca el teatro.
- Anteojos Cartier Santos de titanio – ₡1.100.000: para ver de lejos… las consecuencias de sus actos.
- Calzoncillos Tom Ford Stretch – ₡85.000: porque si el poder no lo sostiene, que al menos lo haga un elástico de diseñador.
Total del look: ₡15.963.000 (aproximadamente $30.500 USD).
Un presidente que se autoproclama defensor del pueblo, pero que no puede enfrentar un acto público sin el blindaje de la moda elitista, revela más de lo que sus discursos intentan esconder. Porque si algo ha quedado claro con este “montaje penitenciario”, es que Chaves necesita más de sus marcas que del respaldo popular.
Y como si no bastara, se retiró con cara de “¿dónde me metí?”, mientras un oficial de policía le susurraba:
“Aquí nadie le va a hacer daño…”
Tranquilo, señor presidente. El daño, ya lo hizo usted.
