En una tiranía siempre se manipulan los datos
La Contraloría General expone con rigurosidad quirúrgica la falta de transparencia en los reportes del Gobierno sobre el Plan Nacional de Desarrollo.
La Contraloría General de la República (CGR) ha lanzado una alerta contundente sobre la manipulación de datos por parte del Gobierno de Rodrigo Chaves, al evidenciar graves inconsistencias en las metas reportadas en el marco del Plan Nacional de Desarrollo e Inversión Pública 2023-2026 (PNDIP), vinculado al Presupuesto de la República 2024.
En un informe que debería sonrojar a cualquier administración seria —pero que probablemente en Zapote fue recibido con otra ronda de maquillaje estadístico— la CGR revela que la información reportada carece de sustento técnico, precisión y veracidad, lo cual atenta directamente contra la rendición de cuentas, el control institucional y el derecho ciudadano a conocer la verdad.
Sectores maquillados: salud, educación, bienestar y ambiente
El estudio técnico evaluó 18 metas oficiales y encontró que 8 presentaban incumplimientos significativos. Entre los sectores salpicados por la falta de transparencia figuran:
- Salud: La CCSS simplemente olvidó incluir a 9.339 personas en lista de espera para cirugía ambulatoria. Al parecer, si no se cuentan, no duelen.
- Educación: El MEP y el INA duplicaron alegremente egresados en inglés, TICs y turismo, sumando 935 “fantasmas educativos” al informe.
- Bienestar: El IMAS infló su impacto incluyendo 13.504 beneficiarios inexistentes en la meta de atención a familias.
- Ambiente: El AyA, fiel a la línea gubernamental, presentó cifras cuestionables en la meta de protección del recurso hídrico.
- Educación de adultos: El MEP reportó un avance del 0% en EPJA, aunque eso sí, con gran entusiasmo discursivo.
Una CGR firme en medio del teatro de cifras
A pesar de la narrativa oficial que intenta pintar una Costa Rica de fantasía, la CGR vuelve a ejercer su rol con firmeza y dignidad institucional, dejando claro que el país sí cuenta con contrapesos capaces de detectar y denunciar el uso manipulador de la información pública.
Su análisis reveló deficiencias metodológicas, ausencia de documentación y alteración de registros, lo que imposibilita tomar decisiones basadas en evidencia. Es decir, mientras el Gobierno simula progreso, la Contraloría confirma el engaño.
¿Qué está en juego?
La calidad de la información en el PNDIP no es un formalismo: es el instrumento que orienta el desarrollo nacional, fundamenta la política pública y permite al pueblo costarricense exigir cuentas reales, no cuentos de hadas.
Rodrigo Chaves ha construido su mandato sobre el discurso del cambio, pero su administración parece especializada en torcer los datos, invisibilizar los problemas y vender humo envasado como éxito.