Diputado Chavista no asume su responsabilidad y culpa a arroceros
El diputado oficialista Alexander Barrantes intenta justificar su escándalo en un parqueo culpando al proyecto FONARROZ, pero los arroceros le responden con contundencia: “No use al sector como excusa”.
El diputado Alexander Barrantes, figura del chavismo legislativo, volvió a ser noticia por las razones equivocadas. Tras protagonizar un altercado en un parqueo público, el legislador decidió culpar su arrebato de ira al supuesto “estrés” que le ha provocado la discusión del proyecto de ley N.° 24.211, FONARROZ —una iniciativa que, irónicamente, él mismo ha intentado sabotear con más de 50 mociones obstruccionistas.
La reacción del sector arrocero no se hizo esperar. En un comunicado oficial difundido este 7 de octubre, los productores calificaron de “sin fundamento ni lógica” las declaraciones de Barrantes y le recordaron que la verdadera tensión la viven ellos, los que han perdido maquinaria, terrenos, empleos y encadenamientos rurales por las políticas del gobierno que él defiende.
“No es justo que se pretenda culpar al proyecto FONARROZ por un accionar personal”, señala el comunicado.
“Quizá su estrés provenga de tener que defender mociones sin fundamento técnico”, añade con puntería quirúrgica.
El estrés de un diputado sin causa
Resulta grotesco que un diputado que se opone sistemáticamente a fortalecer la producción nacional —y que responde a intereses alineados con los importadores— pretenda victimizarse usando como escudo un proyecto que busca proteger la seguridad alimentaria del país.
Mientras el campo se desangra y las familias productoras ven desaparecer su sustento, Barrantes juega al mártir, confundiendo su mal comportamiento con ansiedad legislativa.
En realidad, su “estrés” parece provenir de sostener una mentira política y defender causas que van en contra de los agricultores costarricenses.
El FONARROZ no es la causa de su desequilibrio: es el espejo en el que se refleja su incoherencia.
Los arroceros ponen los puntos sobre las íes
Los representantes del sector fueron claros: FONARROZ es un proyecto justo, técnico y necesario para reactivar la producción arrocera, generar empleo y proteger los encadenamientos rurales.
Y lo recordaron con elegancia: Barrantes, ingeniero agrónomo y exfuncionario del MAG, debería saberlo mejor que nadie.
Por eso, el comunicado termina con una frase que resume la indignación de todo un gremio:
“Le pedimos que no nos use como excusa, sino que apoye la producción nacional.”
Entre el ridículo y la irresponsabilidad
El intento de Barrantes por disfrazar una falta de control personal como consecuencia del “estrés parlamentario” solo profundiza la distancia entre el chavismo y la realidad nacional.
Mientras los productores luchan por sobrevivir, los diputados del régimen se refugian en excusas de manual.
En política, como en el campo, quien no siembra coherencia, cosecha desprestigio.











