Jorge Rodríguez es enviado al ministerio de Cultura
El ministro más servil es removido y Casa Presidencial sigue siendo el show más lamentable de Costa Rica
En el último episodio de la tragicomedia nacional conocida como la “conferencia de prensa” del presidente Rodrigo Chaves, nos encontramos con un espectáculo que ni los peores circos del mundo se atreverían a presentar.
La estrella del show, la ministra de la Presidencia Laura Fernández, protagonizó una escena digna de un Premio Razzie a la peor simulación, fingiendo firmar un documento ante los ojos atónitos de la audiencia.
Este show de mala calidad, al que Chaves insiste en llamar conferencia de prensa posterior al consejo de gobierno, se ha convertido en el punto de encuentro de “periodistas” como Richard Molina y algunos otros que son tan patéticos que ni el nombre nos sabemos, pero que claramente reprobaron el curso de amor propio en la San Judas Tadeo.
Pero además convoca a pseudo comunicadores que se creen periodistas por tener una pinche página de Facebook, como Marvin Rojas y Richard Araya, a quienes el hambre les obliga a ser parte de este patético show.
El drama no terminó ahí. El ministro más arrastrado de esta administración, el ex liberacionista y ex PAC, Jorge Rodríguez, fue expulsado del Gran Circo de Zapote y enviado al ministerio de Cultura, porque, claro, no se le puede dejar sin hueso a quien ha sido un fiel perro faldero de Chaves.
Laura Fernández, aparentemente irritada porque su actuación no fue lo suficientemente convincente, decidió deshacerse de Jorge para proteger su cuestionable dignidad. Ella, evidentemente, no estaba contenta con haber sido expuesta tan descaradamente mientras hacía un amague de firma que insultaba la inteligencia de todos los costarricenses.
A Jorge le dieron dos opciones: ser embajador en Argentina (probablemente porque necesitan a alguien que haga el mate) o tomar el puesto vacante en el ministerio de Cultura. La situación se volvió tan tensa que Laura advirtió a Jorge que no la comparara con Natalia Díaz, quien ahora es un nombre prohibido en Zapote, casi como Voldemort en el mundo de Harry Potter.
Y así sigue la farsa en Casa Presidencial, un lugar donde la incompetencia y el ridículo están a la orden del día. ¿Qué nos deparará la próxima función de este circo? Solo el tiempo lo dirá, pero una cosa es segura: no faltarán los payasos.
