Gobierno de Rodrigo Chaves acelera obras de infraestructura dejando dudas sobre su calidad y durabilidad
En tiempos pasados, la construcción de infraestructura en nuestro país era un proceso larguísimo. ¿Quién no recuerda la radial que conecta el bajo de los Anonos con el McDonald’s de Sabana Sur? Durante el gobierno de Oscar Arias, esa obra pareció durar una eternidad.
Otro ejemplo es la ampliación de la calle que va desde los semáforos del cruce entre Zapote y San Francisco de Dos Ríos hasta los moteles; un verdadero calvario en términos de tiempo.
Y, cómo olvidar el monumento a la ineptitud, el Puente de La Platina sobre el río Virilla en la Ruta 1.
Dos gobiernos del PLN intentaron, sin éxito, darle una solución. Podríamos seguir el ejemplo de Rodrigo Chaves y repartir culpas a diestra y siniestra: culpar a los jerarcas del MOPT del gobierno de Laura Chinchilla, al PAC, a Ottón Solís, o ¿por qué no? hasta a Dios mismo, como parece ser el estilo de Chaves.
La realidad es que hubo ineptitud en muchos casos, pero cuando las cosas finalmente se terminaron, se terminaron bien.
Hoy, los defensores de Chaves proclaman que las cosas se hacen más rápido y que el país está avanzando en infraestructura a pasos agigantados. Bueno, eso no es del todo cierto. Este gobierno no tiene una sola obra de infraestructura propia, bueno, sí tiene dos: el puente Bailey frente al aeropuerto y la chambonada en el Bajo de Los Ledezma. Más allá de estas dos obras, todo lo que se está haciendo a nivel de infraestructura es gracias a lo que quedó en el horno desde hace doce años.
A los ojos del ciudadano promedio, ese que no lee, no se informa y se deja manipular, el gobierno de Chaves está volando. Y les concedo que sí, las cosas se están haciendo más rápido. Lo que había quedado en el horno.
Pero con asombro vemos que la radial de Alajuela ya tiene problemas en sus losas y deben ser reemplazadas, a solo un mes y medio de haberse terminado, según reporta Sinartdigital.
Algo parecido sucede con las obras en Hatillo 4. “Logramos identificar que las vigas que se están colocando en el viaducto tienen una deflexión mayor a la permitida, según la normativa. Es un tema que asume la constructora, aceptan la responsabilidad y nos presentaron algunas alternativas. Elegimos la que se está aplicando, que básicamente es colocar unos cables adicionales que van a permitir ese reforzamiento“, indicó Pablo Camacho, gerente de Construcción de Vías y Puentes, a Teletica.
Esto nos enciende las alertas: ¿se están haciendo mal las cosas con tal de decir “ahora las cosas sí se hacen“?
Mucho ojo, porque podemos aplicar varios dichos populares, así como le gusta a Chaves: “el que mucho abarca, poco aprieta” o “no por mucho madrugar amanece más temprano“.
El buen asado debe tener un tiempo de cocción y una temperatura correcta; si se hace a la ligera, puede quedar crudo por dentro.