La ministra de educación minimiza el problema
La ministra de Educación sugiere que el problema del bullying se soluciona con «autoestima«, mientras las cifras de agresiones en aulas se disparan.
Según un medio digital nacional, este año se han atendido 126 casos de agresiones en las aulas, de los cuales 90 son por acoso escolar. En los últimos cuatro años, se han reportado aproximadamente 1,330 casos de agresiones entre estudiantes en los centros educativos. Lo más alarmante es que 484 de esos casos ocurrieron en el último año.
En 2020 se registraron 190 casos, en 2021 el número aumentó a 200, y en 2022 fueron 330, cerrando con 484 en 2023. A esto hay que sumar los numerosos casos no reportados. Ante esta preocupante realidad, surge la pregunta: ¿Qué grado de responsabilidad tienen las autoridades del Ministerio de Educación Pública (MEP)?
Hace poco más de un año, la ministra de Educación restó importancia al problema del bullying afirmando: «Un niño, una niña, un joven con buena autoestima no se deja afectar por el bullying. Siento que, al trabajar con la autoestima, se les mejora la capacidad para poder discriminar cuándo tienen que reaccionar y cuándo no«.
En los últimos dos años, hemos presenciado un incremento en la violencia entre los distintos actores políticos del país. En los hogares, el estrés por problemas económicos y situaciones familiares afecta a nuestros niños y jóvenes, quienes trasladan esa ira y rabia contra sus compañeros en el centro de estudios.
¿Quién está fallando? Todos, toda la sociedad está fallando a nuestros hijos.
¿Qué es el bullying?
El bullying, o acoso escolar, es un comportamiento agresivo y repetitivo que se ejerce de manera intencional por uno o varios estudiantes hacia otro, con el propósito de causarle daño físico, emocional o psicológico.
Este fenómeno puede manifestarse de diversas formas: insultos, amenazas, golpes, exclusión social y ciberacoso. Es crucial reconocer y abordar estos comportamientos para proteger el bienestar y desarrollo de los estudiantes afectados.