Seguridad en caída libre: un diciembre sangriento marca récord en Costa Rica

Un diciembre de luto y un panorama desolador

La reducción de homicidios en 2024 es apenas del 2.75%, una cifra insignificante frente al explosivo aumento desde 2012.

El 2024 cerró con una cifra oficial de 883 homicidios, apenas 25 menos que los 908 registrados en 2023, lo que representa una disminución de un escueto 2.75%. Sin embargo, diciembre rompió récords históricos al registrar 80 asesinatos, convirtiéndose en el mes más violento en la historia del país, según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).

El director del OIJ, Randall Zúñiga, subrayó la gravedad de la situación: “Tuvimos muchas personas heridas, pero que no llegaron a fallecer por la inexperiencia de los jóvenes gatilleros a la hora de manipular un arma de fuego”. Estas palabras, lejos de tranquilizar, exponen la realidad de un país donde el caos delictivo se ha normalizado.

Victorias pírricas y un cinismo alarmante

Desde Zapote, el gobierno de Rodrigo Chaves parece celebrar esta ínfima disminución, ignorando el contexto aterrador. Un seguidor del presidente en la red social X celebró el saldo de muertes violentas con un comentario que retrata el nivel de desconexión: “Lastima que no llegamos a mil, bueno, 800 parásitos que no vamos a mantener en las alcahueterías de las cárceles del Potrero”.

Esto deja el fanatismo de algunos seguidores de Rodrigo Chaves

El panorama, sin embargo, es devastador. Según el OIJ, un 6% de las personas asesinadas en 2024 fueron víctimas colaterales. Esto equivale a 54 inocentes que perdieron la vida en enfrentamientos armados en los que no tenían ninguna relación, un promedio de una víctima inocente por semana.

Entre los casos más impactantes está el asesinato de un niño de 7 años el día de Navidad, mientras dormía en su cama. Un recordatorio desgarrador de cómo la violencia se ha infiltrado en todos los rincones de la sociedad costarricense.

Un retroceso de 116.95% en homicidios desde 2012

En 2012, Costa Rica registró 407 homicidios. Doce años después, esa cifra se ha incrementado en un 116.95%. ¿Qué cambió desde entonces? El mismo ministro de Seguridad, Mario Zamora, ocupaba el cargo en aquel entonces, pero bajo un gobierno que demostró mayor capacidad para manejar la crisis.

El gobierno actual celebra con entusiasmo resultados que son insignificantes en el panorama general. A diferencia de 2012, hoy Costa Rica está sumida en una guerra entre grupos criminales que cobra vidas inocentes cada semana y el gobierno de Chaves fracasa en su contención.

Las cifras no mienten

Celebrar una reducción mínima en homicidios como un logro, mientras se ignoran los alarmantes récords de violencia, es una burla para las víctimas y sus familias. La realidad es que Costa Rica se hunde en un estado de inseguridad sin precedentes, y el gobierno parece incapaz de ofrecer soluciones reales.

Con estos números, lo único claro es que la estrategia de seguridad va a contracorriente de lo que el país necesita.


 

 

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