Chaves inaugura otro Puente Bailey en medio de críticas
La administración Chaves suma otro Puente Bailey mientras Costa Rica enfrenta una encrucijada entre progreso y retroceso.
El presidente Rodrigo Chaves Robles volvió a encabezar una inauguración en la Zona Norte, esta vez para celebrar la instalación de un Puente Bailey, una estructura conocida por ser modular, portátil y, sobre todo, temporal. El acto fue ampliamente difundido en sus redes sociales, donde el mandatario destacó este logro como una “solución bien pensada”.
No es la primera vez que este gobierno opta por soluciones temporales. Un ejemplo reciente fue el Puente Bailey instalado frente al Aeropuerto Internacional Juan Santamaría, que Chaves calificó como “una obra bien hecha”. Sin embargo, la realidad detrás de estas estructuras plantea preguntas sobre la visión a largo plazo de su administración.
Los Puentes Bailey, originalmente diseñados para situaciones de emergencia durante la Segunda Guerra Mundial, se caracterizan por su facilidad de montaje y adaptabilidad, pero su propósito principal sigue siendo temporal. En un país que enfrenta desafíos de infraestructura de manera constante, la insistencia en este tipo de soluciones parece más un reflejo de improvisación que de planificación estratégica.
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La inauguración de este puente ocurre pocas horas después de que el presidente enfrentara duras críticas de parte del sector ganadero. Primero, durante una subasta, donde los productores le recriminaron su gestión, y luego en un intercambio tenso con un humilde ganadero, donde el mandatario respondió con un tono retador: “A mí no amenace y nos vemos en la calle”. Estas escenas dejan en evidencia la creciente desconexión entre el gobierno y las necesidades de los sectores productivos del país.
¿Qué representa este puente para Costa Rica?
Mientras Chaves busca capitalizar políticamente estas inauguraciones, muchos cuestionan si este gobierno se ha convertido en un puente Bailey: temporal, improvisado y sin la solidez que Costa Rica necesita para enfrentar los retos del futuro.
Costa Rica está en una encrucijada. A un lado, un camino marcado por soluciones mediocres, autoritarismo creciente y promesas incumplidas; al otro, un futuro donde la democracia, el progreso y el bienestar sean prioritarios. Este puente no solo conecta dos orillas, sino que simboliza una decisión crucial que los costarricenses deben tomar.
Más allá del puente
El legado de Rodrigo Chaves parece resumirse en obras temporales y conflictos evitables. Mientras el gobierno insiste en presumir de soluciones de corto plazo, la ciudadanía enfrenta el reto de construir un futuro duradero, donde las promesas no sean solo simbólicas, sino un verdadero puente hacia el progreso.