Las promesas de Navidad de Chaves y Batalla:

¿Un puente hacia el olvido?

Obras incumplidas, excusas y lluvias divinas: así cierra el año la administración Chaves Robles.
Hay una canción que reza: “…llega Navidad y yo sin ti…”, pero en el gobierno de Rodrigo Chaves, llega Navidad y las promesas se quedan, como siempre, en palabras al viento.

El caso del emblemático puente peatonal sobre la circunvalación cerca de la rotonda de La Y Griega es un ejemplo perfecto. En enero de este año, Mauricio Batalla, entonces director del CONAVI y ahora flamante ministro del MOPT, prometió a los vecinos de El Parque de La Paz y San Francisco de Dos Ríos que la estructura estaría lista a más tardar en mayo de 2024. Ahora, con finde año a la vuelta de la esquina, el ministro dice que «no hay plata«. ¡Qué sorpresa! ¿No era que “la plata alcanza cuando no se la roban”?

Según el MOPT, el costo de la obra oscila entre los 350 y 400 millones de colones, pero, al parecer, el dinero para estas pequeñas molestias no está disponible. Eso sí, las excusas sobran.

Promesas navideñas acumuladas

Pero el puente no es la única promesa que Batalla y compañía dejan para el Niño Dios. Recordemos que cuando inauguraron el último tramo de circunvalación norte —ese que generó más memes que aplausos por su aspecto de ruinas pompeyanas—, el ministro aseguró que la obra estaría totalmente terminada en diciembre, con repellos incluidos. Ahora, como era de esperar, no estará lista antes de fin de año. ¿El culpable? La lluvia, porque claro, en el gobierno de Chaves nadie es responsable de nada.

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Por si fuera poco, las críticas también alcanzan el paso en La Lima de Cartago. El diputado Antonio Ortega, del Frente Amplio, denunció la falta de iluminación en el lugar, un detalle tan básico como necesario que sigue ausente.

El cierre de año: promesas incumplidas y culpables imaginarios

Así cierra el año la administración de Rodrigo Chaves: con un puente inexistente, una circunvalación inacabada y un alumbrado público que sigue en tinieblas. Pero eso sí, las excusas son creativas y, como diría el ministro Batalla, la culpa siempre es de alguien más… quizás de las nubes.

Los costarricenses tendremos que esperar que el próximo año no solo no traiga lluvias, sino que traiga un poco de seriedad en las obras públicas. Aunque con este gobierno, quizás sea mucho pedir.


 

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