SILENCIO GUBERNAMENTAL Y ESCOLTA INSÓLITA EN LA ASAMBLEA LEGISLATIVA GENERAN INTERROGANTES EN LA OPINIÓN PÚBLICA
En el marco de un escenario político que aboga por la transparencia y el diálogo, nos vemos en la necesidad de destacar la creciente tendencia al silencio que caracteriza las comparecencias de los miembros del gobierno de Rodrigo Chavez ante las distintas comisiones legislativas. Este fenómeno, que ha suscitado diversas inquietudes, pone de relieve la importancia de la rendición de cuentas y la apertura al escrutinio ciudadano.
Uno de los episodios que ha generado mayor atención es la reciente visita de la Presidenta de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Marta Esquivel, a la Asamblea Legislativa. Resulta sorprendente que, durante esta ocasión, haya sido acompañada por una unidad especial de protección destinada comúnmente al presidente y miembros de los sumos poderes. Este hecho ha suscitado preguntas acerca de la necesidad de tal nivel de seguridad en una comparecencia legislativa, generando interrogantes sobre la normalidad democrática del país.
Si bien es crucial salvaguardar la seguridad de los funcionarios, resulta igualmente importante mantener un equilibrio que no dé lugar a percepciones de distorsión en el ejercicio de la rendición de cuentas. Es imperativo que los ciudadanos cuenten con información clara y transparente sobre el accionar de sus representantes y funcionarios públicos.
Adicionalmente, se observa con preocupación la actitud acrítica de los seguidores del gobierno, quienes aplauden incondicionalmente cada acción gubernamental sin realizar un análisis crítico de las decisiones tomadas. El debate informado y la participación ciudadana son elementos esenciales para el fortalecimiento de la democracia y la construcción de una sociedad justa y equitativa.
En otro orden de ideas, como sociedad, condenamos firmemente el tono machista y misógino que ha adoptado el presidente de la República hacia figuras públicas, como la Contralora de la República, señora Marta Acosta. Este tipo de expresiones no solo son inapropiadas, sino que también contribuyen a un ambiente poco propicio para el respeto y la igualdad de género en el ámbito político.
La integridad del espacio informativo también se ve desafiada por la contratación de pseudoperiodistas que parecen enfocarse en halagar los egos de los miembros del gobierno, en lugar de desempeñar un papel crítico y objetivo en la cobertura de noticias. Este fenómeno plantea interrogantes sobre la independencia de los medios y la importancia de mantener una prensa que contribuya al sano escrutinio de las acciones gubernamentales.
Exhortamos a los representantes del gobierno a fomentar un diálogo abierto, a responder a las inquietudes de la ciudadanía y a promover la transparencia en cada uno de sus actos.