La Contraloría refrenda concesiones para red 5G y lanza advertencias legales que marcan el camino correcto.
La Contraloría General de la República (CGR) anunció el refrendo oficial de los contratos de concesión para el uso y explotación del espectro radioeléctrico, necesarios para implementar en Costa Rica la esperada tecnología 5G. El proceso se llevó a cabo conforme a la normativa vigente, incluyendo convenios entre el Poder Ejecutivo y varias empresas privadas y cooperativas eléctricas.
Los contratos autorizados permitirán el despliegue de los sistemas de Telecomunicaciones Móviles Internacionales (IMT), incorporando por primera vez el uso comercial del 5G en el país. Las empresas autorizadas son:
- Claro CR Telecomunicaciones S. A.
- Liberty Telecomunicaciones de Costa Rica S. A.
- COOPELESCA
- Ring Centrales de Costa Rica S. A.
- COOPEGUANACASTE
- COOPESANTOS
Queda claro que cuando el proceso se ajusta a la ley, el desarrollo avanza. Cuando no, simplemente no sucede. Un mensaje que no necesita traducción en un país donde muchos procesos se estancan por ilegalidades, improvisaciones o manipulación.
Consideraciones legales que advirtió la CGR:
- Prevención de riesgos contractuales:
La CGR advirtió a la Administración Concedente sobre la falta de cláusulas penales en algunos contratos regionales, lo que aumenta el riesgo ante eventuales incumplimientos de plazo. - Resolución contractual transparente:
La Contraloría recordó que cualquier incumplimiento debe ser procesado bajo el debido proceso, respetando la normativa vigente, tanto en contratos nacionales como regionales.
¿Qué sigue ahora?
La etapa que continúa está en manos de las empresas, que deberán pagar los montos adjudicados en la subasta, y del Poder Ejecutivo, que deberá emitir las órdenes de inicio de concesión para el despliegue de infraestructura. La CGR ya no tendrá participación directa en esta fase.
Este proceso deja una lección institucional clara: cuando las cosas se hacen como dicta la ley, las concesiones salen. Cuando no, no. Así lo ha dejado entrever la propia CGR en medio de un país que urge de legalidad, transparencia y respeto por el orden jurídico.











