La diputada reafirma su compromiso con la transparencia y el equilibrio en el análisis del caso contra Rodrigo Chaves.
Andrea Álvarez Marín, diputada y presidenta de la Comisión de Levantamiento de Inmunidad contra Rodrigo Chaves, ha demostrado que la conducción de este proceso histórico no podría estar en mejores manos. Con una voz serena pero firme, ha marcado la diferencia en un espacio donde se debaten temas cruciales para la democracia costarricense.
La comisión que preside analiza el expediente enviado por la Corte Suprema de Justicia, en el que se exponen los argumentos para solicitar el levantamiento de la inmunidad del presidente Rodrigo Chaves. Esta instancia legislativa deberá rendir un informe al plenario recomendando o no el desafuero. En ella conviven posturas radicalmente opuestas: Rocío Alfaro del Frente Amplio y Daniel Vargas, diputado afín a Chaves y más defensor del mandatario que analista imparcial.
Frente a este panorama, Andrea Álvarez Marín ha dejado claro su compromiso con un trabajo serio, balanceado y transparente. En entrevista con Fernando del Rincón en CNN, advirtió que, si detecta que el proceso está motivado por razones políticas, no dudará en alzar la voz para denunciarlo.
Firmeza en las sesiones de la comisión
En la sesión más reciente, la presidenta dejó clara su autoridad en dos momentos clave:
- Defensa del acompañamiento fiscal.
Cuando el diputado Daniel Vargas cuestionó la presencia de dos fiscales junto al Fiscal General, Carlo Díaz, la diputada recordó que la ley orgánica del Ministerio Público faculta tal acompañamiento y expresó que no existía ningún inconveniente para que permanecieran en la sala. - Transparencia frente a solicitudes de secretismo.
Ante la petición del Fiscal General de realizar la sesión en privado, fundamentada en el artículo 295 del Código Procesal Penal, Álvarez Marín reafirmó que lo que sucede en la Asamblea Legislativa debe ser, por principio, público. Citó incluso un voto de la Sala Constitucional de 2014 que respalda la importancia de la publicidad en las comisiones.
En un gesto de respeto procesal, consultó al abogado defensor del ministro Jorge Rodríguez Vives —también imputado en el expediente— si estaba de acuerdo con la publicidad de la sesión. Ante la respuesta afirmativa, dejó constancia en actas de que con ello se renunciaba al derecho de privacidad que contempla la ley.
Orden y respeto al reglamento
La presidenta también marcó límites claros. Al dar la palabra al abogado de Rodríguez Vives, le recordó que en esta etapa solo podía formular preguntas, no presentar alegatos. Sin embargo, cuando el abogado intentó alegar, Álvarez Marín intervino con firmeza para exigir que se ciñera a lo establecido.
Con cada acción, Andrea Álvarez Marín reafirma que la presidencia de esta comisión crucial está en manos de una líder seria, imparcial y comprometida con la transparencia. Su labor no solo fortalece el proceso legislativo, sino que envía un mensaje claro: en la defensa de la democracia, el respeto a la ley y la apertura al escrutinio público son innegociables.
