Mientras el mundo cuestiona “el triunfo”
El presidente costarricense se apresura a legitimar el polémico resultado en Ecuador, en medio de denuncias de fraude y críticas internacionales.
Rodrigo Chaves no perdió tiempo. Apenas cerraron las urnas en Ecuador, el presidente costarricense corrió a Twitter (como buen populista digital) para felicitar al reelegido Daniel Noboa por su “incuestionable triunfo”. Un término que dice más de Chaves que de las elecciones ecuatorianas.
“Tuve el placer de hablar con el Excelentísimo Daniel Noboa (…) Le deseo el mayor de los éxitos en su gestión para el bien de los ecuatorianos”, escribió Chaves, ignorando olímpicamente las denuncias de fraude, las dudas expresadas por observadores internacionales, y la controversia que rodea al joven mandatario ecuatoriano, quien ha militarizado el país en nombre del orden.
La frase “incuestionable triunfo” suena más a consigna de propaganda que a expresión diplomática, especialmente viniendo de un presidente cuya relación con la democracia es, por decirlo suavemente, conflictiva. En Ecuador, Luisa González, la candidata opositora, ha denunciado irregularidades, mientras organismos como la OEA y la UE llaman a respetar los procesos institucionales. Pero para Chaves, basta con que gane “el adecuado” para que todo esté en orden.
Una vez más, Rodrigo Chaves se posiciona como el padrino simbólico de una nueva generación de autoritarismos electos, donde la forma importa más que el fondo, y el aplauso entre caudillos vale más que el respeto al voto y las instituciones.
