Adda Acuña: Un Espectáculo Lamentable en la Comisión de Investigación

 La Infantilidad Política de la Diputada Adda Acuña

Un Espectáculo Lamentable en la Comisión de Investigación

En las últimas semanas, la escena política costarricense ha sido testigo de un comportamiento vulgar y corriente por parte de la Diputada Adda Acuña, quien, lejos de abordar las serias acusaciones sobre el financiamiento de partidos políticos de manera madura y responsable, ha optado por adoptar una actitud infantil y despectiva en la Comisión de Investigación.

Desde el inicio de las audiencias, Acuña ha defendido de manera férrea la presunta corrupción que rodea la campaña que llevó a Rodrigo Chaves a la presidencia. Su postura, más cercana a la negación de los hechos que a la búsqueda de la verdad, ha generado desconcierto y desconfianza entre los demás diputados de la comisión y la ciudadanía en general.

Lo más sorprendente es la reciente manifestación de Acuña, quien, como si estuviera en un patio de recreo, dio la espalda de manera simbólica a los demás diputados de la comisión.

Esta acción, más propia de una niña de primaria que de una representante pública, deja en claro la falta de seriedad con la que se abordan temas cruciales para la transparencia y la democracia del país.

Pero la infantilidad de Acuña no se detiene ahí. En un giro inesperado, un video grabado por un asesor de la diputada la muestra acusando a Ariel Robles de utilizar a sus propios asesores para grabarla durante las sesiones de la comisión. Esta táctica, más digna de una telenovela que de un debate legislativo, refleja la falta de argumentos sólidos por parte de Acuña para contrarrestar las acusaciones en su contra.

Es lamentable observar cómo la incongruencia se ha convertido en la norma a la hora de hacer política por parte de la fracción Choreca. Mientras Acuña defiende a capa y espada a Chaves, acusa a sus colegas de prácticas cuestionables sin ofrecer pruebas concretas. Este tipo de comportamiento solo contribuye a la desconfianza pública en las instituciones democráticas y en los representantes que las conforman.

Resulta repulsivo que Acuña, haciendo uso de sus redes sociales, haya optado por poner apodos a Ariel Robles. Esta estrategia, más propia de una campaña de desprestigio que de un debate político honesto, busca incitar a la fauna chavista a replicar ataques personales.

Es importante recordar que el uso de falacias y estrategias desleales solo debilita la democracia y aleja a la sociedad de una discusión basada en hechos y argumentos sólidos.

En este contexto, es necesario que los ciudadanos exijan a sus representantes un comportamiento ético y una actitud responsable en la defensa de los intereses del país. La política no debe convertirse en un espectáculo infantil donde se juegan rivalidades personales en lugar de abordar los problemas reales que afectan a la nación.

La transparencia y la verdad deben ser los pilares fundamentales de cualquier comisión de investigación, y es responsabilidad de todos los diputados, incluidos los de gobierno, garantizar que se cumplan.

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