Boris Molina propone un Estado social fortalecido, descentralizado y con inteligencia artificial transversal

Un modelo de desarrollo basado en las personas
El plan de gobierno del Partido Unión Costarricense Democrática (PUCD) apuesta por devolver la confianza ciudadana mediante inclusión social, transparencia y desarrollo territorial.

El candidato Boris Molina, del Partido Unión Costarricense Democrática (PUCD), presentó un programa de gobierno que busca “reconciliar a Costa Rica con su institucionalidad”, mediante una combinación de Estado social fuerte, descentralización municipal y modernización tecnológica.

El plan —estructurado en diez ejes— propone una reforma integral del modelo productivo y social. Su meta: un país que combine innovación con justicia social y donde los municipios, las MiPymes y la inteligencia artificial sean motores de eficiencia, transparencia y equidad.

Economía y empleo: desarrollo desde lo local

El PUCD plantea una política económica basada en la simplificación de trámites municipales, la creación de ventanillas únicas y un robusto apoyo crediticio a las MiPymes, incluyendo un bono del 15% en compras públicas.

En materia tributaria, el plan propone devolver el IVA a los hogares más pobres, una medida de corte progresivo que se complementaría con el castigo a evasores fiscales, quienes quedarían inhabilitados para contratar con el Estado por cinco años.

La estrategia incluye tecnificación agrícola, inversión en puertos y aduanas, y una red logística que conecte territorios fuera de la Gran Área Metropolitana.
Seguridad ciudadana con prevención e inteligencia

El programa de Molina propone una reforma integral de los cuerpos policiales, con unificación bajo mando técnico, uso de inteligencia artificial y reconocimiento facial, y un enfoque comunitario para prevenir el delito.

Plantea que el sicariato sea tratado como terrorismo y que se fortalezcan los mecanismos de rehabilitación de consumidores de drogas duras, mientras se modernizan los sistemas de ciberseguridad y control penitenciario.

Educación: el corazón del cambio social

El PUCD promete mantener el 8% del PIB para educación, con control ciudadano y reforma pedagógica. Se eliminarían las pruebas estandarizadas tradicionales y se introduciría un instrumento de evaluación diseñado por la academia.

Las aulas tendrían un máximo de 25 estudiantes, y se ampliaría la educación nocturna y rural. Además, el plan apuesta por conectividad total, laboratorios con robótica e inteligencia artificial y una profunda reforma del Consejo Superior de Educación.

Salud y CCSS: prioridad de Estado

El programa propone pagar de inmediato la deuda del Estado con la CCSS y reforzar los EBAIS para reducir listas de espera, complementados con teleasistencia médica y unidades móviles de salud.

Se contempla además un sistema de tres turnos especializados y la protección al usuario de servicios médicos, con énfasis en el acceso equitativo a medicamentos y atención oportuna.
Movilidad y transporte: rescate del transporte público

Molina plantea un plan nacional de rescate del bus, con subsidio condicionado, sectorización, cobro electrónico y flotas de bajas emisiones.

La visión se completa con la reactivación del tren metropolitano, el cableado subterráneo de la CNFL y la coordinación interinstitucional MOPT–AyA–municipalidades para optimizar obras públicas.

El programa también incluye un plan de reciclaje de edificios públicos y políticas de vivienda social para las familias más vulnerables.
Ambiente y desarrollo sostenible

El plan prioriza la reforestación urbana, la gestión integral de residuos sólidos, el fomento a la biomasa y la economía circular, y una política de turismo rural sostenible.

Además, se incluye un Programa de Pago por Servicios Ambientales (PSA) destinado a mantener fuera de explotación recursos naturales como oro o gas, apostando por una economía verde y responsable.

Transparencia y anticorrupción

El PUCD propone implementar inteligencia artificial transversal en la administración pública para reducir la burocracia, así como rotación obligatoria de inspectores y acceso abierto a la información estatal.

También plantea una política nacional de ciberseguridad y la creación de un observatorio ciudadano para monitorear contratos públicos, compras y ejecución presupuestaria.

Política exterior y derechos humanos

Molina se define como neutralista y multilateralista, alineado con la Ley de Neutralidad (9288). Propone diversificar la política exterior y fortalecer la cooperación en materia ambiental, migratoria y de seguridad.

En derechos humanos, su programa incluye el fortalecimiento de CONAPDIS, formación estatal en LESCO, y la creación de una Dirección Nacional de Protección a la Persona Migrante adscrita a Casa Presidencial.

Análisis: visión amplia, pero con retos fiscales

El plan del PUCD se distingue por su ambición social y municipalista, así como por su apuesta en la tecnología como motor de eficiencia pública. La idea de un Estado con inteligencia artificial transversal y foco humano es moderna y coherente con la demanda ciudadana de transparencia.

No obstante, la ausencia de una hoja de costos detalladaespecialmente para financiar el tren, la deuda de la CCSS, el subsidio al bus y la reducción de grupos escolares— deja dudas sobre su viabilidad fiscal inmediata.

Asimismo, la propuesta de reconocimiento facial y unificación de cuerpos policiales requeriría controles democráticos y garantías de derechos para evitar excesos.

En términos generales, el plan de Boris Molina conjuga sensibilidad social con modernización institucional, pero necesitaría acompañarse de metas medibles, cronogramas y mecanismos de financiamiento claros para ser sostenible.


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