La Contraloría General responde a las acusaciones
La Contraloría General de la República (CGR) salió al paso de las recientes desinformaciones del gobierno de Rodrigo Chaves sobre el supuesto atraso en el Proyecto de Modernización de Puerto Caldera. En un comunicado oficial, la institución dejó claro que no tiene ningún trámite pendiente relacionado con el proceso y que la responsabilidad recae enteramente en el Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico (INCOP).
“El último trámite de objeciones fue resuelto el pasado 5 de agosto”, señaló la CGR, desmintiendo la narrativa oficialista que intenta responsabilizarla del atraso.
Objeciones al pliego: responsabilidad del INCOP
La Contraloría explicó que las empresas interesadas en el proyecto han presentado numerosas objeciones al pliego de condiciones elaborado por el INCOP, un derecho que deben atenderse dentro de los plazos legales. Sin embargo, subrayó que esas objeciones se deben a que el INCOP no logró consolidar un pliego completo y bien estructurado, omitiendo aspectos básicos como el suministro de energía para la nueva terminal del Puerto.
El gobierno en evidencia
El comunicado deja al descubierto la estrategia del Ejecutivo: culpar a la Contraloría para esconder la ineficiencia del INCOP y desviar la atención pública. La CGR fue contundente al señalar que desde 2020 advirtió al INCOP sobre la necesidad de iniciar el proceso de licitación, pues los contratos de concesión vencen en 2026. La licitación arrancó apenas en 2024, con evidentes retrasos acumulados.
“No es válido desviar con excusas”
La Contraloría fue clara: no atrasa procesos. Por el contrario, reiteró la necesidad de que el INCOP asuma su responsabilidad y mejore la eficiencia del trámite para garantizar una participación amplia de oferentes y un mejor servicio portuario.
La frase final del comunicado lo resume todo:
Conclusión
La CGR dejó en ridículo al gobierno de Rodrigo Chaves y desmontó su falso relato: los atrasos en Puerto Caldera no son culpa de la Contraloría, sino del INCOP y su incapacidad para armar un pliego serio. Una vez más, Zapote queda expuesto por manipular la verdad y recurrir a la mentira como estrategia política.
