Caja Costarricense de Seguro Social ignora advertencias sobre riesgos financieros y estructurales del Seguro de Invalidez, Vejez y Muerte
Un reciente informe de la Contraloría General de la República (CGR) ha encendido las alertas sobre la preocupante gestión de riesgos del Seguro de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), administrado por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). La auditoría, basada en reportes previos de la Superintendencia de Pensiones (SUPEN), evidencia un manejo fragmentado, reactivo y sin enfoque integral, lo que compromete gravemente la sostenibilidad financiera y actuarial del régimen.
El IVM fue concebido como un pilar para la protección económica de los costarricenses frente a la vejez, la invalidez y la muerte. Sin embargo, la CCSS ha fallado en su responsabilidad de identificar y gestionar los riesgos, poniendo en entredicho su capacidad institucional para anticipar y responder a escenarios adversos.
Principales hallazgos de la auditoría:
- Siete riesgos estructurales, financieros y de control llevan más de tres años sin ser atendidos, pese a haber sido comunicados por SUPEN.
- Más de cuatro años sin una evaluación actuarial actualizada que permita un análisis riguroso de los riesgos.
- Seis años sin operar la Dirección Institucional de Riesgos, aprobada desde 2019.
La CGR, cumpliendo con su deber constitucional, lanza esta advertencia con contundencia:
La falta de gestión sistemática de riesgos por parte de la CCSS no solo revela una peligrosa inacción institucional, sino también una amenaza directa a la sostenibilidad del régimen IVM, que es fundamental para millones de costarricenses. La CGR, una vez más, asume con valentía su rol fiscalizador, señalando las omisiones que otros pretenden ocultar bajo el manto de la burocracia.
Recomendaciones de SUPEN aún ignoradas por la CCSS:
- Establecer un modelo contable coherente para inversiones.
- Diversificar el portafolio para reducir la concentración de riesgos.
- Fortalecer el control interno mediante la articulación entre áreas.
- Atender recomendaciones de auditoría previas.
- Asegurar la independencia en la administración de riesgos.
- Desarrollar un código de gobierno para la gestión de activos del IVM.












